La obra de Gonzalo Torrente Ballester como juego

  1. Sevilla Vallejo, Santiago
Dirigida por:
  1. Ángel García Galiano Director/a

Universidad de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 24 de junio de 2014

Tribunal:
  1. J. Ignacio Díez Fernández Presidente/a
  2. Juan Felipe Villar Dégano Secretario/a
  3. Antonio Jesús Gil González Vocal
  4. Kurt Spang Vocal
  5. Carmen Becerra Suárez Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Torrente Ballester aprendió a mirar el mundo en que vivió a través de la Literatura, se dio cuenta que tanto los hechos que verdaderamente tienen lugar como las ficciones son esenciales para el ser humano; la Literatura es un instrumento que el ser humano puede emplear para comprenderse a sí mismo, a los demás y al mundo que lo rodea. De modo que Torrente Ballester convirtió todo lo que percibió, pensó e hizo (o quiso hacer) en narraciones y dio un valioso testimonio sobre cómo construirlas; es decir, sistematizó su experiencia subjetiva, relacional y de conocimiento del mundo en la Literatura. Este trabajo presenta de un modo organizado las aportaciones de Torrente Ballester a la narrativa, las cuales se pueden dividir en tres ámbitos: la concepción de la Literatura como juego, las reflexiones que hizo sobre la naturaleza de las voces que participan en la ficción y las relaciones entre hechos que responden a reglas que el lector puede asumir como próximas a las que lo rigen y hechos surgidos de la fantasía, que ponen en duda las anteriores reglas. La primera parte de este trabajo está dedicada a una aproximación a la concepción que tiene Torrente Ballester de la novelística: perspectiva humorística que adopta con respecto al arte de narrar, la importancia del juego en sus textos y los elementos que lo componen. La segunda parte y la tercera analizan estos conceptos en sus narraciones. Se muestra de modo holístico la comprensión que tenía el autor de la Literatura como juego, es una aproximación a los principales elementos que el autor tenía en cuenta a la hora de escribir. Las obras literarias analizadas son representativas del conjunto de los elementos que constituyen la escritura de Torrente Ballester. La primera parte del trabajo analiza cómo evoluciona la forma que tiene Torrente Ballester de comprender la Literatura; explica la naturaleza del juego, principalmente, a través de la teoría de Huizinga, para demostrar que las narraciones de Torrente Ballester participan de este; y, por último, concreta las formas de juego que emplea. La segunda parte trata acerca de las voces que participan en los textos: el narrador (la manera con que desarrolla su capacidad para contar historias, los enigmas en torno a su identidad y cómo inventa un mundo); los personajes escritores, quienes no son propiamente los narradores, pero ejercen funciones propias de estos (las fuentes escritas y testimonios en los que se basa el narrador para contar su historia, los personajes que adquieren una vida aparentemente independiente del narrador y los personajes que sirven de interlocutores al narrador); y la narración que combina diversos puntos de vista, ya sea a través desdoblamientos, de las imaginaciones vinculadas de varios personajes o del archinarrador, que es narrador concreto capaz de recoger las narraciones que hacen otros personajes. La tercera parte estudia la relación entre la esfera realista y la esfera fantástica, entre lo que se hace pasar como posible en el mundo del lector y lo que cuestiona las leyes del mundo del lector. Se define en detalle qué quiere decir cada una de estas esferas en la narración de la Historia de una localidad, en la búsqueda de un autor desconocido y en los supuestos viajes en el tiempo que hacen un narrador y su amada. Después, se estudia la relación entre elementos realistas y elementos fantásticos. Por un lado, se trata cómo los textos torrentinos convierten lo que supuestamente existe en el mundo del lector (un personaje histórico, los hechos autobiográficos del autor y una ciudad) en ficciones. Por otro lado, se señala la forma con que Torrente Ballester hace pasar ficciones por hechos realmente ocurridos, como son un autor inventado al que sus lectores tienen por hombre real, don Juan como si de verdad existiese y un drama histórico que se hace pasar como Historia.