Jóvenes en Somiedo¿quedarse es una alternativa?

  1. Lana Feito, Jesús
Dirigida por:
  1. José Vicente Peña Calvo Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Oviedo

Fecha de defensa: 30 de octubre de 2015

Tribunal:
  1. Ángel García del Dujo Presidente
  2. Carmen María Fernández García Secretario/a
  3. Clara Romero Pérez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 395336 DIALNET lock_openRUO editor

Resumen

La presente tesis doctoral pretende explicar los motivos por los cuales los jóvenes deciden abandonar o quedarse en el medio rural, jóvenes que residen en el municipio de Somiedo donde la ganadería ha sido y es la principal actividad económica. Se trata de conocer también si los aspectos económicos y culturales tienen un peso importante en esta sociedad rural cada vez más globalizada e influenciada por lo que ocurre fuera de sus fronteras. La investigación se realizó para conocer de primera mano qué dificultades tienen los jóvenes para dedicarse a la ganadería en estos pueblos de alta montaña, preguntándoles a ellos mismos, también a ganaderos jubilados y a políticos del sector, procurando obtener opiniones sinceras y profundizando en aspectos menos explícitos, es decir, investigando desde dentro. Todos ellos aportan información coincidente sobre los medios, que consideran básicos, para vivir de la ganadería: vivienda, cuadra-establo, ganadería, fincas y maquinaria. Otros factores, que mencionan en sus respuestas, también son importantes y se refieren a la gestión de la ganadería, la herencia familiar, los servicios públicos de la zona, la familia, la formación, el ocio, la fauna salvaje, etc., aunque no inciden de modo tan directo en sus decisiones La reflexión sobre el pasado, el presente y el futuro del medio rural se hace imprescindible, pero conviene dejar a un lado algunos tópicos muy extendidos. Los jóvenes no se lamentan, como lo hacían sus progenitores, de vivir inmersos en aquella economía de subsistencia, que ha perdurado durante demasiados años. Ahora la realidad que se observa es otra. Los expertos analizan el pasado con detalle, pero también parecen quedarse atrapados en lo que fue y ya no es el mundo rural. Conviene estudiar si la cambiante sociedad rural está tan influenciada por la masculinización o por la supuesta negativa de la mujer a trabajar en la ganadería o por el envejecimiento poblacional. Son conceptos que precisan actualización porque ninguna entrevistada ha manifestado sentirse incómoda trabajando con su pareja en la ganadería, ni tampoco por vivir en un pueblo. Actualmente, si la mujer decide vivir en el pueblo, su tarea reproductiva no es la fundamental, ni tampoco su actividad en el entorno de la casa familiar. Las mujeres cargadas de hijos, realizando tareas domésticas y atendiendo al ganado menor en el entorno de la casa familiar, no son, afortunadamente, las mujeres de hoy. Otras opiniones, que surgen desde entornos más próximos al medio urbano, consideran que el problema actual son las subvenciones que perciben los ganaderos, aunque según manifiestan los entrevistados, las subvenciones no son el problema, son una ayuda imprescindible para el inicio y el mantenimiento de una actividad, como la ganadería, que se considera básica en un país moderno. La ganadería tiene unas repercusiones socioeconómicas y medio ambientales de gran valor también para otros sectores. Los turistas no acudirían a visitar pueblos abandonados, con las fincas llenas de maleza y los matorrales rodeando las casas derruidas. Tampoco otras actividades, que se adjetivan de sostenibles, generarían unos ingresos para vivir dignamente en el medio rural. Las posibles futuras parejas han de solucionar problemas que, a tenor de sus respuestas, son fundamentales e inciden directamente en sus decisiones de abandonar o quedarse en el campo, es decir, disponer de los medios básicos, ya indicados, para lo que se denomina primera instalación. Los jóvenes ganaderos quieren vivir independientes, tomar sus decisiones y, por lo tanto, necesitan una inversión inicial, no comparable a la necesaria para vivir en la ciudad. El potencial de población joven capaz de trabajar en la ganadería está aquí en Somiedo, como en cualquier otro municipio, y no en las posibilidades idílicas del neorruralismo. La administración y las familias tienen algunas soluciones y no difíciles.