De la crisis de la novela a la novela de la crisis. Fundamentación filosófica de la narrativa actual en Colombia
- Bermúdez Rojas, Ronald Yesid
- Evarista Guerrero Guerrero Director
Defence university: Universidad de Salamanca
Fecha de defensa: 25 October 2013
- Carmen Ruiz Barrionuevo Chair
- María Ángeles Pérez López Secretary
- Bernat Castany Prado Committee member
- José Vicente Peiró Barco Committee member
- María Dolores Adsuar Fernández Committee member
Type: Thesis
Abstract
[ES] La tesis: De la crisis de la novela a la novela de la crisis: fundamentación filosófica de la literatura colombiana actual. Propone una reflexión teórica en torno a las variables que afectan el desarrollo de la novela colombiana. Problemática, no obstante, extensible a la literatura en general. La argumentación parte de una pregunta obligatoria pese a su obviedad: ¿qué debe entenderse por crisis de la novela? Tras la revisión bibliográfica adelantada debe afirmarse que esta no es una problemática nueva, que la versión actual de dicha crisis consiste en la reedición de un mal anterior del cual ya hablaran Calvino (1959), Sabato (1963), Vila Matas (2003), Bolaño (2004) o Todorov (2008), entre otros. En sus respectivas radiografías de la crisis universal de la novela se reeditan causas, síntomas y secuelas. Dentro de las variables consideradas destaca por su carácter determinante la lógica derivada de un modelo de organización social capitalista. Al incorporar dicha categoría se es plenamente consciente de que entramos en un dominio complejo, ciertamente ambiguo, respecto del cual se definen prácticas sociales tales como dominación y resistencia. Desde nuestro punto de vista, la imposición dominante interesa por cuanto implica la renuncia a una asimilación crítica del contexto. De otro lado, la resistencia interesa a partir de los métodos actualizados y los efectos que genera una apreciación analítica de todo cuanto constituye la circunstancia inmediata de los individuos. En esta medida nos concierne estudiar las maneras en que la literatura colombiana actualiza mecanismos que permitan cuestionar la lógica de la dominación, la lucha por el poder, el establecimiento de éticas afines y la necesidad de una resistencia intelectual que desencadene prácticas favorables al desarrollo de la cultura. Para efectos de la presente investigación se asume como argumento prioritario que la evolución de la novela colombiana se da a partir del diálogo entre las posiciones asumidas por los escritores frente a la crisis, las apuestas estéticas inscritas en el campo literario propio (sujeto a la problemática nacional) y, las visiones de mundo derivadas del problema que dotan de sentido a discursos vertebrados a través de la literatura. Ahora, si se acepta que toda producción artística se debe a una función social-estética, afirmamos que la novela de la crisis es en Colombia la manifestación más actual de dicho compromiso. Si el deber ser de todo arte es representar de manera crítica y objetiva la realidad en su conjunto, la cuestión no será en adelante definir si se usa o no a la literatura; será entonces definir los términos en que esta es usada. Preguntarse, por ejemplo, ¿qué enfoque dar al contenido político de la obra para que trascienda lo panfletario?, ¿qué perspectiva filosófica aplicar al tratamiento de la realidad y la historia?, ¿cómo alcanzar cierto margen de objetividad en la interpretación de la cultura? Tales interrogantes (subyacentes a la creación narrativa) permiten afirmar que La novela de la crisis, aspira a un cambio de estado de cosas en la construcción del pensamiento. Si bien es un ejercicio de resistencia que analizamos estableciendo como límite la novela actual en Colombia, su génesis puede remontarse a los inicios de la vanguardia hispanoamericana: es la idea, aún vigente, del arte como novedad en sentido estrictamente intelectual. En la tesis se señala como principal exponente de su generación a Roberto Bolaño, sin embargo, la generación en pleno se sabe heredera de dicha actitud combativa. La unidad de criterios, o el consenso general del que hablamos queda planteado en Palabra de América, (Seix Barral, 2004). Aquí, los escritores de dicha generación hacen explícita las líneas de sentido medulares a su apuesta estética individual; declaración que, dicho sea de paso, permite pensar en la unidad de las letras hispanoamericanas. Puede afirmarse que tal orientación teleológica se circunscribe a la creación colectiva de una literatura inmune a la capacidad de seducción que representa para el autor, el reconocimiento, la universalidad de su obra y la comercialización de sus productos. El recurso teórico desde donde se cimenta dicha apreciación obliga en la tesis la mención de la teoría de las reglas del arte explicitada por Pierre Bourdieu. Según el teórico francés en torno a la definición del valor del arte existen siempre tres campos de influencia en donde se adelanta la lucha por legitimar apuestas, por participar, se establecen pugnas entre distintos aspirantes a hacerse un nombre. El campo dominante será indefectiblemente el campo de poder; campo respecto del cual habrán de asumir posiciones subordinadas el campo de producción artística en general y el campo de producción artística nacional. La mención de este tipo de planteo teórico se hace estrictamente necesaria en la medida en que es a partir de esta tensión que se definen la particularidad de los proyectos narrativos de cuatro autores colombianos objeto de este estudio: Héctor Abad Faciolince (Medellín, 1958), Jorge Franco Ramos (Medellín 1972), Santiago Gamboa (Bogotá, 1965), y Mario Mendoza (Bogotá, 1964); es también a partir de esta relación que se define la especificidad de sus proyectos narrativos. Es decir: la manera en que participan o restringen su participación en las dinámicas masivas de comercialización del arte y la literatura como producto, el tratamiento de temáticas, los recursos técnicos implementados en el análisis de los fenómenos de que se ocupa su novela. En términos más concretos, la manera particular en que su obra define esquemas analíticos desde donde se pronuncia en relación con; políticas sociales, alternativas de configuración del estado propuestas desde tales políticas; toma posición en relación con la democracia participativa, la evolución y desarrollo de la cultura, sobre los términos en que se da el diálogo intercultural, los efectos de la transición (aún incomprendida) entre premodernidad, modernidad, posmodernidad y ultramodernidad. Quizá los autores que aborda este estudio resulten desconocidos en un contexto amplio de las letras universales. No obstante el estudio de su obra, permite: asumir posturas críticas frente a la crítica, delimitar los discursos implicados (a razón de su carácter significativo) en el campo literario nacional, entender la lógica de la resistencia; también las posturas contrapuestas en la definición ética, estética, filosófica de la literatura colombiana. Hablamos sin lugar a dudas de lugares comunes, y es bien sabido que en la repetición todo queda desprovisto de su sentido. Aun así, la apuesta se hace recurrente, pues el lugar común de tratamiento del tema no es pretexto para ignorarlo; deviene, en efecto, una especie de imposición a partir de la cual se redefinen los recursos de la ficción, el carácter algebraico de la composición de la trama, se subvierten las normas, se amplía el breviario de recursos (formales, estilísticos, lingüísticos, simbólicos, retóricos) funcionales al repensar una realidad cuyo carácter rotundo, alienante de diversos modos, le exime de objeciones o cuestionamientos. La novela de la crisis se estructura, específicamente, en esta apelación de la realidad, en el ejercicio de su representación literaria desmonta todas las prerrogativas estéticas que empobrecen la reflexión filosófica inherente a la novela. La obra de los autores estudiados se inscribe entonces dentro de esta necesidad, la de definir nuevos modelos analíticos que permitan entender mejor qué es lo que sucede en nuestra cultura. Reconocer cuáles son las razones, los procesos históricos que llenan de significación nuestro apego a la tierra, en el otro extremo, del desarraigo, nuestra nostalgia por los pueblos arcádicos situados en las regiones montañosas del país, la aversión latente por la modernidad y su práctica ininterrumpida de la violencia, nuestro pánico al progreso; en suma, de nuestra identidad. Las múltiples vertientes de este esfuerzo convergen en la creación de una literatura distinta. Cabe insistir, con otras preocupaciones éticas, estéticas, que establece una relación diferente con la filosofía, que desvirtúa argucias tendenciosas proclives a la muerte de la historia y el arte. Tras la puesta en marcha de la novela de la crisis se adelanta de manera paralela la creación de un lector competente capaz de entender los mecanismos implementados por la novela para responder de manera pertinente a la crisis de los contextos en que se inserta, capaz de entender que la filosofía y la historia se pronuncian a través de la novela de la crisis. Tras analizar el corpus de novelas delimitado podemos afirmar que en la novela colombiana actual la estética del caos y deterioro social es dominante, que sus enfoques son estrictamente filosóficos, que el objeto de su elaboración se centra en formular respuestas frente a las crisis diversas generadas por la modernidad en su versión más actual. Para los escritores colombianos tratados encajar en dicho proyecto obligó a un proceso de diálogo intercultural transformador de toda la cultura nacional en beneficio de la violencia perpetuada, en todas sus manifestaciones, delante del cual la novela colombiana asume posiciones críticas distintas de las permitidas por el modelo de desarrollo dominante. Desde el punto de vista filosófico podemos afirmar que la novela de la crisis es una novela deconstruccionista en el sentido en que desestructura la totalidad de los discursos (dominantes y marginales) interpretando en su lógica articulatoria las verdades que le son inherentes. Fenomenológica en la medida en que objetiva la esencia del acontecimiento a partir de su relación con la conciencia del sujeto afectado por el mismo. Psicológica por cuanto ahonda en el conocimiento de la psique de sujetos expuestos a las diversas crisis que genera en su discurrir la evolución cultural de sociedades vinculadas a la globalización planetaria. Una novela humanista orientada a reinterpretar la historia, reestructurar la memoria, asumir posturas críticas respecto de la política, ética, moral, la filosofía, éticas civiles dominantes, implicados en la construcción del pensamiento desde donde se define la condición humana. Es una novela social, en el sentido de que la revisión pormenorizada de la problemáticas sociales se remonta a la génesis del problema, consciente de las variables que participan en su definición, de sus causas consecuencias, consciente de la dialéctica entre sociedad, individuo, cultura. En su tarea de comprender los contextos problemáticos en que se ubica el individuo y se actualiza el desarrollo del pensamiento, desmonta el conjunto dado para entender en el desmantelamiento su lógica organizacional, para definir las líneas de sentido principales desde las cuales se vertebra el universo social de los sujetos, dilucidar los modos en que los individuos se ven involucrados en la construcción de la sociedad. Desde el punto de vista de lo formal, el interés de esta novela es si bien no puede sustraerse al tratamiento de temáticas idénticas a saber, la violencia, el sicariato, la miseria generalizada, el desmoronamiento de la parafernalia estatal desde donde se pretende construir el gobierno, la falsedad detrás de la demagogia política y la retórica tendenciosa¿ el desdibujamiento de los grandes relatos que orienten la participación social de los individuos, el descreimiento general que deviene crisis de fe, la degradación de absolutamente todo, el relativismo¿etc.. Dicha novela propende por la definición de una serie de criterios objetivos que permitan el revisionismo de todo cuanto constituye el universos social, cultural que antecede o enmarca la construcción del sujeto cultural. La crisis es apreciable a nivel general y su alcance es universal. Diríase, de hecho, que es el fenómeno esencial respecto del cual se define la circunstancia socio-histórica en que se hace a sí mismo el individuo del presente. En la novela de la crisis hallan espacio los modos específicos en que parte de la producción intelectual de un pueblo, difundida a través de la literatura, representa con sentido crítico, los modos en que su cultura permea y resiste su realidad histórica. La importancia del presente trabajo radica entonces en la articulación de modelos teóricos que posibilitan una lectura filosófica de dicha literatura. Consideramos que analizar una serie de autores representativos de la promoción vigente, su obra y apuestas dentro del fenómeno estético al que hemos denominado la novela de la crisis en Colombia permite delimitar los aspectos de orden epistemológico que regulan la creación de este tipo de novela, asimismo permite a la crítica objetivar participaciones en el campo de producción literaria colombiano, entender el margen de autonomía que establecen en relación con las reglas del arte dictadas desde el campo de poder. En síntesis, se desarrolla la explicación filosófica de escrituras constitutivas de un fenómeno estético circunscrito a la necesidad de ofrecer frente a las crisis actuales, representaciones críticas garantes, a su vez, de transformaciones epistémicas cuyas repercusiones resultan sensibles en la evolución de la cultura, el arte y el sujeto. La necesidad de estudiar este fenómeno en toda su complejidad queda expuesta al ubicarse en el centro de resistencias respecto del oficialismo que sostiene la realidad, y a partir del cual se decreta la inoperancia funcional de arte en su versión más crítica y comprometida. El corpus elegido permite argumentar de manera suficiente la presencia de una serie de autores, con intereses comunes, que promueven el desarrollo de una literatura harto más interesada en el desarrollo de la conciencia crítica que en el posicionamiento privilegiado de un nombre, una obra. Para estos autores, la respetabilidad de su nombre depende, específicamente, del aporte concreto de su obra a la racionalización de la crisis.