Divisiones anátomo-funcionales del lóbulo temporal rostral en el primate macaca fascicularisprocesamiento cortical de la memoria

  1. MOHEDANO MORIANO, ALICIA
Dirigida por:
  1. Ricardo Insausti Serrano Director/a
  2. Alino José Martínez Marcos Codirector/a

Universidad de defensa: Universidad de Castilla-La Mancha

Fecha de defensa: 01 de diciembre de 2008

Tribunal:
  1. E. Rausell Presidente/a
  2. María del Pilar Marcos Rabal Secretario/a
  3. María del Mar Arroyo Jiménez Vocal
  4. María Dolores López García Vocal
  5. Mónica Muñoz López Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 187598 DIALNET

Resumen

Se acepta que las estructuras que forman el lóbulo temporal medial son esenciales en la memoria declarativa (Zola-Morgan y Squire, 1993). Es paradójico, sin embargo, que estas estructuras no proyecten significativamente sobre amplias zonas corticales. Debe de existir, por tanto, otra región que sea la estación de relevo para la salida de información desde la formación del hipocampo hacia la neocorteza. Dadas sus conexiones con la corteza entorrinal y con la neocorteza, la CLTR aparece como un candidato idóneo en este circuito. La CLTR, además, no sólo es importante como vía de salida, si no también, como vía de entrada, ya que la información unimodal (visual y auditiva) y polimodal accedería directamente a la formación del hipocampo sin pasar por las cortezas perirrinal y parahipocámpica posterior, tal y como se asume habitualmente. La CLTR es una región bastante heterogénea, formada por las cortezas asociativas de tipo unimodal (olfatoria, visual y auditiva) y polimodal (corteza temporopolar, perirrinal rostral, corteza polisensorial de la circunvolución temporal superior). Además, se caracteriza por ser una corteza que juega un papel importante como integradora de las diferentes modalidades sensoriales. Sin embargo, la caracterización de la CLTR se ha resistido hasta ahora, en parte, por su difícil acceso quirúrgico, dificultando tanto los estudios anatómicos como los fisiológicos y conductuales. El presente estudio pretende ahondar en el patrón de conectividad de la CLTR en el primate Macaca fascicularis. Se han utilizado un total de 16 animales divididos en cuatro grupos (olfatorio, visual, auditivo y polisensorial). Se inyectarón trazadores anterógrados y retrógrados a fin de analizar la conectividad de las cortezas asociativas unimodales y polimodales. El conjunto de conexiones propocionará una base mucho más sólida para caracterizar la topografía, extensión y organización estructural de esta importante región cerebral, exclusiva de humanos y primates, y su implicación en los procesos corticales de memoria. Nuestros resultados indican que nos encontramos ante una región con gran convergencia sensorial. En concreto, el extremo rostral del surco temporal superior no es sólo el candidato idóneo donde se podría producir la integración visuo-auditiva y visuo-olfativa. Esta región también tiene una gran capacidad para concentrar y distribuir impulsos corticales provenientes tanto de regiones unimodales como polimodales y tiene una estrecha relación con estructuras del lóbulo temporal medial, especialmente, con la corteza entorrinal, con la que mantiene proyecciones densas y directas. La CLTR, por lo tanto, está fuertemente implicada en los circuitos de memoria. Por otro lado, la corteza entorrinal forma parte de la formación del hipocampo. Ésta, junto con otras áreas mediales como las cortezas perirrinal y parahipocámpica posterior, constituyen el sistema de la memoria, que tiene un papel crucial en el procesamiento y consolidación de la memoria declarativa. Anatómicamente, la corteza entorrinal está recíprocamente conectada con el hipocampo y se encuentra en un punto estratégico no sólo como puente entre las estructuras de la formación del hipocampo y la neocorteza, sino como filtro e integrador de la información de entrada y salida al hipocampo. Dentro de la corteza entorrinal hay que resaltar su parte lateral, ya que es una región donde convergen las informaciones procedentes de otras áreas corticales de los lóbulos temporal, frontal y parietal y está íntimamente relacionada con las estructuras del lóbulo temporal medial y de la CLTR y otros centros subcorticales como la amígdala. Así, la parte lateral de la corteza entorrinal constituiría una estación de relevo antes de llegar al hipocampo donde la información altamente elaborada procedente de cortezas unimodales y polisensoriales convergería.