El estado mínimo de Friedrich August von Hayek y el combate a la corrupción del estado democrático brasileño(una propuesta para hacer retroceder a las fronteras del estado brasileño)

  1. Lopes Fonteles, Gerson
unter der Leitung von:
  1. Emmanuel A. Jiménez Franco Doktorvater
  2. Pedro Tomás Nevado-Batalla Moreno Doktorvater

Universität der Verteidigung: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 22 von Februar von 2013

Gericht:
  1. Nicolás Rodríguez García Präsident
  2. Jaime Rossell Sekretär/in
  3. Ademar Pereira Vocal
  4. Mário Cesar Barreto Moraes Vocal
  5. José Antonio Chamorro Zarza Vocal
Fachbereiche:
  1. DERECHO ADMINISTRATIVO, FINANCIERO Y PROCESAL

Art: Dissertation

Zusammenfassung

[ES] La teoría fundamental de la tesis se basa en la filosofía política liberal del economista austriaco Friedrich August von Hayek concentrada en el Estado Mínimo, que sería dedicado exclusivamente a las funciones clásicas del estado democrático moderno: salud, educación, infraestructura y seguridad, delegando otras actividades al sector privado. Los fundamentos de la libertad como un principio moral y los principios de la justicia y la paz en el ambiente político-económico sin intervención del Estado son presupuestos. Se analiza la Constitución brasileña de 1988 a la luz de las ideas de Hayek. Se presentarán la naturaleza humana de la corrupción pública en los confines políticos y económicos de un Estado Democrático de Derecho, las cuestiones semánticas y culturales de esta patología social con características de la corrupción sistémica, y en emanación, a los crímenes característicos contra la Administración Pública. Se elaboró una propuesta con 13 (trece) sugestiones prácticas para hacer retroceder las fronteras políticas y económicas del Estado Brasileño a través del ahorro de recursos públicos para una asignación más eficiente en las áreas sociales prioritarias para los administrados, y por consecuencia, la disminución también de la corrupción mediante la reducción de las oportunidades económicas, por retirar al Estado Brasileño la condición de gran inversor. En conclusión, el corrupto sigue el camino del dinero