Paleoecología e paleoeconomía do baixo tejo no mesolítico finalo contributo do estudo dos mamíferos dos concheiros de muge

  1. DETRY CARDOSO E CUNHA, CLEIA
unter der Leitung von:
  1. João Luís Cardoso Doktorvater/Doktormutter

Universität der Verteidigung: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 26 von November von 2007

Gericht:
  1. María Soledad Corchón Rodríguez Präsidentin
  2. José Manuel Fernández Rolao Sekretär/in
  3. Nuno Bicho Vocal
  4. Pablo Arias Cabal Vocal
  5. Simon Davis Vocal

Art: Dissertation

Teseo: 223504 DIALNET

Zusammenfassung

El objetivo del presente análisis arqueozoologica de los sitios mesolíticos de Cabeço da Arruda, Moita do Cabeço e Sebastião da Amoreira, es ampliar nuestra comprensión de los grupos que ocuparon estos antiguos concheros. Se dirigirán preguntas relativas a: la estacionalidad; estrategias de la caza y de la explotación del animal; ocupación; impacto ambiental; paleoecologia, y, por último, las razones por las que los sitios fueron abandonados. Los concheros de Muge fueron descubiertos por Carlos Ribeiro en 1863, durante su estudio del valle de Tajo. Hasta hoy, se han encontrado 13 sitios a lo largo de los márgenes de tres pequeños ríos: ribeira de Magos, ribeira de Muge y ribeira do Vale da Fonte da Moça. Los más grandes son a lo largo de la ribeira de Muge, aunque por desgracia, la mayoría de estos sitios están destruidas. El análisis paleoecológico sugiere que estas ocupaciones se dieran en el interior de lo antiguo estuario del Tajo, con elevada riqueza de recursos. Las temperaturas fueron algo superiores y el clima más húmedo (óptimo climaticum). Alrededor de 5500 cal AC las condiciones de estuario en la ribeira de Muge empezaran a retroceder y se convirtió en aguas doces. Este factor significó la desaparición de las condiciones pre-existentes, y con ello, el abandono de estos sitios. Los resultados indican que el ciervo, el jabalí y el conejo son las especies más comúnmente cazadas, mientras otras especies también fueron explotadas, pero en menor número, incluidos los corzos, uro, caballo salvaje y la liebre, así como varias especies de carnívoros. Por último, los resultados indican la ocupación seria sedentaria o semi-sedentaria, con un probable alto grado de movilidad individual.