Las dos primeras partes del "Abecedario Espiritual" de Francisco de Osuna (1528 y 1530). Edición y estudio lingüístico

  1. MORCILLO PÉREZ JOSÉ JUAN
Dirigida por:
  1. María Jesús Mancho Duque Directora

Universidad de defensa: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 01 de julio de 2002

Tribunal:
  1. Ricardo Senabre Sempere Presidente
  2. José Luis Herrero Ingelmo Secretario
  3. Saturnino López Santidrián Vocal
  4. José Ignacio Tellechea Idígoras Vocal
  5. Juan Antonio Frago Gracia Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 88965 DIALNET

Resumen

Francisco de Osuna (OFM), fraile Sevillano de sólida formación cultural, humanista y teológica, concibió su Abecedario Espiritual como un tratado total de doctrina espiritual dividido en seis partes o libros, cada uno de los cuales tratarían un aspecto más o menos extenso de la Vía del Recogimiento, y compuesto mediante una estructura claramente mnemotécnica. Las dos primeras Partes, impresas en Sevilla, en 1528 la Primera y en 1530 la Segunda, y en las imprentas de Juan Cromberger y de Juan Varela respectivamente, completan la Tercera (1527), que es la más importante de las seis; si la Primera desarrolla la Pasión de Cristo y la Tercera sistematiza la oración mental metódica, la Segunda se elabora como compendio de las dos anteriores, junto con una serie de recomendaciones insistentes sobre la adecuada formación del religioso. Tras este preámbulo, esta tesis doctoral ha tenido como objetivo la edición de las dos primeras Partes del Abecedario de Osuna, inéditas desde el Siglo de Oro, edición acompañada por: 1,- Una aproximación bio-bibliográfica del padre sevillano. 2,- Una panorámica de la espiritualidad de la época, con una especial profundización en el concepto del Recogimiento. 3,- Un análisis del contenido de ambos libros, ya que el Abecedario es la primera obra que sistematiza la nueva corriente mística del Recogimiento. 4,- Y su estudio lingüístico, organizado desde cuatro niveles: gráfico-fonético, morfológico, léxico y semántico. A través de un pormenorizado análisis, se nos ha revelado, por un lado, que el registro lingüístico de Francisco de Osuna fluctúa entre el coloquialismo y el cultismo, y, por otro, que su actividad neológica es de una gran rentabilidad lingüística debido a la necesidad de expresar unos contenidos teológicos hasta entonces no plasmados en castellano.