Formación, ¿vía de acceso al empleo?

Resumen

La tesis que aquí se sostiene es que para entrar al mundo laboral, la educación superior es tan sólo un factor (muchas veces de importancia marginal), entre otros tantos, para alcanzar exitosamente un empleo. Aquí se asume el supuesto de que en la demanda de trabajo intervienen relaciones sociales que permiten la existencia de mercados laborales que funcionan en base a instituciones sociales, tales como los mercados internos de trabajo (sindicatos, contratos colectivos de trabajo y costumbres que con el tiempo se transforman en leyes consuetudinarias). Atribuirle a la esfera formativa la responsabilidad de garantizar el paso de la escuela al trabajo de una manera segura, es tanto como pedir que el sistema formativo no sólo produzca formados superiores, sino que también genere los empleos que éstos van a demandar. Esto no sucede así debido a que los sistemas de formación superior tienen estructuras institucionales que se encuentran divorciadas de los requerimientos de la demanda de trabajo. De esta manera, la oferta laboral desarrolla trayectorias con dinámicas ajenas a la demanda de puestos de trabajo. Esto no niega que existan ciertos nexos de influencia entre ambas esferas; sin embargo, estos vínculos tienden a ser débiles, de manera tal que la relación entre oferta y demanda de trabajo no se comporta como el mercado de productos. En la parte última del trabajo se analiza el caso de México debido a que existe una fuerte presencia de los enfoques que cobijan los postulados de la necesidad de inversión en capital humano, lo que ha llevado a que las políticas sobre empleo y formación, tiendan a recaer centralmente en inversión educativa para elevar el nivel de matrícula en los jóvenes que cursan una carrera universitaria.