El cúfico andalusí como ornamentoforma y símbolo

Laburpena

Uno de los elementos estéticos más singulares de la decoración ornamental del arte hispanomusulmán es la epigrafía. El Islám no admite la representación ni veneración de figuras e imágenes, por ello la palabra fue el único símbolo posible de la divinidad, además de vehículo de la revelación islámica. Al escribir el Corán en/cúfiro, éste se convirtió en la escritura sacra del Islám. El cúfico en Al-Andalus fue un ornamento utilizado como elemento decorativo complementario de la arquitectura musulmana, ya que el cúfico por sus caracteres geométricos, lineales y angulosos ofrecía una extraordinaria realización estética en todos los materiales, además de su / significado evidente. Repetían el diseño miles de veces en su deseo de / perfección, cosa que ayudó a la mejor realización de sus formas, conviertiéndose en verdaderos ideogramas de carácter religioso y místico. La evolución de la escritura cúfica andalusí dio lugar a la aparición / de varios estilos: antiguo, florido, simple, magrefí, entrelazado y geométrico puro. Fue en Andalucía donde llegó a su máximo esplendor, sobre todo en la época nazarí, buen ejemplo de ello es el Palacio de la / Al-Hambra, en el que en perfecta armonía conviven todos los estilos del cúfico an-dalusi.