Optimismo, rendimiento académico y adaptación escolar

  1. ROYO MAS, FRANCISCO
Dirigida por:
  1. Santos Orejudo Hernández Director/a
  2. David López Palenzuela Director

Universidad de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 10 de febrero de 2016

Tribunal:
  1. Rafael Bisquerra Alzina Presidente/a
  2. María del Pilar Alejandra Cortés Pascual Secretario/a
  3. Luis Ángel Saúl Gutiérrez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 404053 DIALNET

Resumen

Introducción El objetivo general que nos planteamos es investigar las relaciones existentes entre el constructo optimismo como variable predictora principal, junto a otras variables predictoras cercanas como son esperanza, autoestima y bienestar, con rendimiento académico y adaptación escolar como variables criterio. Las edades de la muestra oscilan entre 12 y 17 años, correspondientes a los cursos 1º y 3º de educación secundaria obligatoria y 1º de FP y Bachillerato. La muestra de 1885 alumnos y alumnas de centros escolares públicos y concertados de Aragón, de las tres capitales de provincia y de las tres provincias, ha sido seleccionada al azar. Nos proponemos averiguar si existe una relación entre sentirse optimista en la adolescencia y obtener lo que consideramos como éxito en el ámbito escolar, es decir, obtener unos buenos resultados académicos y a su vez sentirse adaptados y ajustados al ambiente y tareas que se piden al alumnado desde el centro educativo. Desarrollo teórico El primer objetivo específico dentro del proceso metodológico es la validación de tres escalas. La Batería de Escalas de Expectativas de Control Específicas de Situaciones Académicas (BEECESA), diseñada ex profeso para este estudio, mide cuatro expectativas positivas -de éxito, de autoeficacia, de contingencia y de búsqueda de alternativas-. Juntas conforman el modelo de optimismo fundado, desarrollado por el profesor e investigador David L. Palenzuela (2004, 2008, 2011, 2013) de la Universidad de Salamanca. Incluye dos escalas relacionadas con la percepción del control externo, una mide indefensión y la otra suerte. Se han validado dos pruebas estandarizadas reconocidas internacionalmente, al carecer de validación en lengua española. Una mide optimismo disposicional (Scheier y Carver, 1985) mediante el Cuestionario de orientación vital para adolescentes (Ey, Hadley, Allen, Palmer, Klosky, Deptula, Thomás y Cohen, 2005) en su acepción original, Youth Life Orientation Test (YLOT). La otra mide esperanza (Snyder, 1989, 2000a, 2000b) con la Escala de Esperanza para Niños (Snyder, Hoza, Pelham, Rapoff, Ware, Danovsky, Highberger, Rubinstein, y Stahl, 1997), en su versión original, Children´s Hope Scale (CHS). Los instrumentos estadísticos utilizados para medir las otras variables son: Escala de Rosenberg, para medir autoestima; Escala de satisfacción vital de los estudiantes, para medir bienestar; TAMAI, para medir adaptación escolar; Calificaciones del curso anterior y de la primera evaluación. El segundo objetivo específico es analizar dos aspectos evolutivos: La edad y el sexo. Analizando las posibles diferencias que se dan a través de la etapa adolescente en la educación secundaria. El siguiente paso ha sido examinar las relaciones que se establecen entre los constructos y las variables criterio, utilizando para ello análisis de correlación y análisis de regresión. Por último se añade a estos datos transversales, un estudio longitudinal de las variables criterio, tomando medidas en dos momentos del curso académico, una al inicio del curso escolar y otra tras la primera evaluación. Conclusiones Los instrumentos utilizados han demostrado buenas propiedades psicométricas y son útiles para medir los constructos para los que han sido diseñados. Las hipótesis que nos habíamos planteado con respecto a las correlaciones entre variables predictoras y variables criterio se han cumplido mayoritariamente. La variable optimismo, medida con el YLOT y con la BEECESA, correlaciona con adaptación escolar y con resultados académicos. Así mismo, esperanza, autoestima y bienestar, correlacionan con mejores resultados académicos y con mejor ajuste escolar. Con respecto al sexo vemos que no hay diferencias significativas con respecto a la percepción de optimismo disposicional medido con el YLOT, ni en la expectativa de éxito medida con la BEECESA. Encontramos diferencias significativas en la subescala de contingencia, en la que obtienen puntuaciones más elevadas las chicas que los chicos. Sin embargo en autoeficacia y búsqueda de alternativas, los chicos puntúan significativamente por encima de las chicas. En las escalas de locus de control externo, aparecen diferencias significativas, los chicos obtienen mayores valores tanto en suerte como en indefensión con respecto a las chicas. Las subescalas de esperanza, presentan datos dispares, por un lado no hay diferencias en la de maestría. En la subescala rutas los chicos obtienen mayores puntuaciones de forma significativa con respecto a las chicas. En lo que respecta a la autoestima, las diferencias significativas se materializan en unas mayores puntuaciones de los chicos. Con respecto a la edad, Podemos decir que a pesar de que aparecen diferencias en algunas medidas, en general no son significativas. Destaca la tendencia recurrente a obtener puntuaciones más altas en casi todos los constructos positivos de optimismo y esperanza en los alumnos de 1º ESO, así como las más bajas, los participantes de FP. Conforme ascienden en la educación secundaria, los índices de felicidad decrecen ligeramente entre curso y curso. Sin embargo, la medida de autoestima no sufre cambios significativos a lo largo de los cursos analizados. Los datos sobre adaptación pretest indican que las puntuaciones con significatividad mas bajas son las del alumnado perteneciente a 3º ESO y FP, y las mas altas las de 1º ESO. En medidas postest, las más altas son las de 1º ESO y las más bajas las de FP. En cuanto a las medidas de inadaptación pretest, hay diferencias significativas, apareciendo la puntuación más alta en el alumnado de FP y la más baja en 1º ESO. Y en datos postest las más bajas aparecen en 1º ESO, pero las más altas son las de bachillerato. Con respecto a la variable criterio de las calificaciones pretest y postest nos indica que hay diferencias significativas, y que la pauta se repite, obteniendo las más altas los de 1º de ESO y las más bajas los de FP. Bibliografía Ey, S., Hadley, W., Allen, D., Palmer, S., Klosky, J., Deptula, D., Thomas,J., y Cohen, R. (2005). A new measure of children´ s optimism and pessimism: The youth life orientation test. Journal of Child Psychology and Psychiatry, 46(5), 548-558. Palenzuela, D.L. (2004). Optimismo fundado, optimismo infundado y fatalismo: una nueva perspectiva de las expectativas generalizadas de control. Manuscrito no publicado. Universidad de Salamanca. Palenzuela, D.L. (2008). Una nueva perspectiva de las expectativas generalizadas de control: Optimismo fundado, optimismo infundado y fatalismo. Comunicación presentada en el VII Congreso Internacional de la Sociedad Española para el Estudio de la Ansiedad y el Estrés (SEAS). Benidorm. Palenzuela, D.L. (2011). Material de la asignatura Psicología de la Personalidad. Manuscrito no publicado. Universidad de Salamanca. Palenzuela, D.L. (2013). Batería de escalas de expectativas generalizadas de control revisada (BEEGC-R): descripción y fundamentación teórica. Manuscrito no publicado. Universidad de Salamanca. Scheier, M.F. y Carver, C.S. (1985). Optimism, coping and health: Assessment and implications of generalized outcome expectancies. Health Psychology, 4(3), 219-247. Snyder, C. R. (1989). Reality negotiation: From excuses to hope and beyond. Journal of Social and Clinical Psychology, 8, 130–157. Snyder, C. R. (Ed.). (2000a). Handbook of hope: Theory, measures, and applications. San Diego, CA: Academic Press. Snyder, C. R. (2000b). The past and future of hope. Journal of Social and Clinical Psychology, 19, 11-28. Snyder, C.R., Hoza, B., Pelham, W.C., Rapoff, M., Ware, L., Danovsky, M., Highberger, L., Ruibinstein, H. y Stahl, K.J. (1997). The development and validation of the Children´s Hope Scale. Journal of Pediatric Psychology, 22, 399-421.