Nuevos datos sobre la construcción del puente de Almaraz (Cáceres)

  1. Castro Santamaría, Ana
Revista:
Archivo español de arte

ISSN: 0004-0428 1988-8511

Año de publicación: 2007

Tomo: 80

Número: 319

Páginas: 289-306

Tipo: Artículo

DOI: 10.3989/AEARTE.2007.V80.I319.45 DIALNET GOOGLE SCHOLAR lock_openAcceso abierto editor

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Resumen

El puente de Almaraz (Cáceres) es uno de los más interesantes del siglo XVI español y, sin embargo, poco se conocía de su historia constructiva. A través de varios pleitos localizados en los Archivos de Simancas y de la Chancillería de Valladolid se ha podido recomponer su biografía, desde finales del siglo XV hasta ser definitivamente retomado en los años 30 del siglo XVI, por iniciativa de la Mesta y bajo la maestría de Juan de Álava y Martín de la Ordieta como aparejador. El puente entonces iba a tener tres arcos y su trazado no era recto. En 1539 se hizo con los destajos Diego de Vergara y se producen cambios fundamentales, sobre todo la reducción del número de arcos a dos. No obstante, en 1542 en que cesan las informaciones, no se había logrado siquiera acabar el primero de los dos arcos, fundamentalmente por problemas económicos derivados de la corrupción que afectó a la gestión a todos los niveles.

Referencias bibliográficas

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  • La anchura es de 6,80 sin los pretiles. Ponz y Ceán ofrecen estas medidas: el arco de medio punto tiene 150,5 pies de ancho y 69 de alto; el apuntado 119 y 66 respectivamente, 580 pies de longitud total, 25 de ancho y 134 de altura hasta los pretiles. En 1539, los canteros Juan Correa y Martín de la Ordieta midieron la distancia entre sus pilares extremos y central, resultando 147 y 112 pies, correspondiendo la primera medida al arco grande. Archivo General de Simancas (en adelante, A.G.S.), Consejo Real 547, s.f. LLAGUNO Y AMIROLA, op. cit., vol. II, p. 57.
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  • ARENAS, op. cit., vol. 1, pp. 322-326.
  • GONZÁLEZ TASCÓN, op. cit., p. 124.
  • Más detalles de la destrucción y reconstrucción decimonónicas en HERNÁNDEZ GARCÍA, op. cit., pp. 208-220.
  • La cédula en A.G.S., R.G.S., 27-8-1514. En el Archivo Municipal de Plasencia se documenta el funcionamiento de las barcas hasta 1526 en el único libro de Actas que se conserva (Libro de Acuerdos del Ayuntamiento, 1522-1526). En 1540 todavía se habla del barquero, vid. infra. Sobre las competencias de la Mesta en la construcción de puentes, ver MOLENAT, J.P.;"Les communications en Nouvelle Castille au XVe siècle et au debut du XVIe siècle", en Les communications dans la Péninsule Ibérique au Moyen-Age, Paris, 1981, p. 158.
  • ARAMBURU-ZABALA HIGUERA, M.A.; La arquitectura de puentes en Castilla y León (1575-1650), Valladolid, 1992, p. 28.
  • En la visita al puente del 6 de marzo de 1536 se habla de que la Mesta aportó 70.000 mrs. A.G.S., Consejo Real 547, s.f. Sobre el paso de la cañada, GARCÍA Martín, P.; El Patrimonio Cultural de las Cañadas Reales, Valladolid, 1990, p. 34.
  • Llaguno apuntaba el nombre de Juan de Álava a partir de la atribución de la obra a Fray Martín de Santiago por parte del historiador dominico fray Alonso Fernández. LLAGUNO Y AMIROLA, op. cit., pp. 168-169. El 2 de marzo de 1539 Martín de la Ordieta declara que se había ocupado de la obra del puente desde sus inicios bajo la maestría de Juan de Álava, hacía ocho o nueve años. A.G.S., Consejo Real 547, s.f., de donde procede la información de este apartado (salvo que se indique otra fuente).
  • Según HEREDIA CAMPOS, art. cit., p. 23, las obras no comenzaron hasta 1533, por orden de Carlos I.
  • CASTRO SANTAMARÍA, A.; Juan de Álava, arquitecto del Renacimiento, Salamanca, 2002, pp. 491-493 y 496-497.
  • Sin embargo, en sus declaraciones de 1539, al ser preguntado si había asumido las obras de algún otro puente, contestó negativamente, aunque precisando que en una ocasión concursó y obtavo el remate de la obra del puente de Alcántara para su suegro (Martín López). Según estas mismas declaraciones, el maestro Juan de Álava despreciaba sus opiniones por su falta de capacitación. A partir de 1539 está documentado en diversos edificios religiosos: Catedral de Plasencia, iglesia de Gata (1539-1543), sacristía de la parroquia de Almocóvar (1540); moriría en Indias. NAVAREÑO MATEOS, A. y SÁNCHEZ LOMBA, F.M.; "Vizcaínos, trasmeranos y otros artistas norteños en la Extremadura del siglo XVI", Norba-Arte, Cáceres, IX, 1989, p. 10.
  • SÁNCHEZ LOMBA, F.M.; "Observaciones sobre reformas en el puente romano de Alcántara", Norba-Arte, Cáceres, V, 1984, p. 313.
  • SÁNCHEZ LOMBA, F.M.; Iglesias caurienses del milquinientos, Cáceres, 1994, p. 101.
  • Iglesias Caurienses Del Milquinientos, ARAMBURU-ZABALA, op. cit., pp. 26 y 28. En la provisión real del 3 de febrero de 1536 ya se habia de una visita a la obra que habían cursado el licenciado Girón y el doctor Montonya, miembros del Consejo.
  • Posteriormente, en 1539, las dovelas elegidas para el arco serán las de seis pies. A.G.S., Consejo Real 547, s.f., de donde procede la información de estas visitas, en las que también se informa de la existencia de una casa en la que se guardaban los pertrechos e incluso se alojaban los trabajadores de la obra. Ver también QUINTANILLA, art. cit., pp. 248-250.
  • GONZÁLEZ TASCÓN, op. cit., p. 122.
  • Por tanto, la organización es similar -por ejemplo- a la de El Escorial, donde la cuadrilla ideal se consideraba la compuesta por un maestro y veinte canteros. BARRIO LOZA, J.A. y MOYA VALGAÑÓN, J.G.; "El modo vasco de producción arquitectónica en los siglos XVI-XVIII", Kobie, Bilbao, no 10, 1980, p. 312.
  • En un interrogatorio que presenta el concejo de Plasencia y en el que actúa como testigo el 20 de agosto de 1540, declara tener 45 años y haber estado muchas veces en la obra del puente de Alvalá visitándola. Archivo de la Real Chancillería de Valladolid (en adelante, A.R.Ch.V.), Pleitos Civiles (en adelante, P.C.) La Puerta, c. 299-8, s.f. Sobre Correa, ver BENAVIDES CHECA, J.; Prelados placentinos. Notas para sus biografías y para la historia documental de la Santa Iglesia Catedral y ciudad de Plasencia, Plasencia, 1907, pp. 77 y 124-125.
  • ÓPEZ MARTÍN, J.M.; "La arquitectura religiosa en Plasencia: las catedrales antigua y nueva", en VIII Centenario de la Diócesis de Plasencia (1189-1989). Jornadas de Estudios Históricos, Plasencia, 1990, p. 133.
  • Algunas noticias del desaparecido convento de San Francisco en Oropesa (construido después de 1515) en LEÓN TELLO, P.; Archivo de los Duques de Frías. Tomo III: Condados de Oropesa y Fuensalida, y sus agregados, Madrid, 1973, p. 74.
  • El conde de Deleitosa impedía la extracción de piedra de las canteras que estaban cerca del puente, por ser término de sus villas, según consta en una provisión real del 29 de marzo de 1539, transcrita por Benavides Checa y procedente del archivo de la Casa del Conde de Oropesa. En una segunda provisión, otorgada en Toledo el 10 de mayo de 1539, el Conde de Deleitosa promete cumplir lo señalado por el rey, con la condición de que la ciudad de Plasencia se obligase a pagar el daño que por sacar la piedra se hiciese a su tierra. BENAVIDES CHECA, op. cit., pp. 207-209.
  • Sobre Vergara, ver especialmente PÉREZ DEL CAMPO, L.; "Versatilidad y eclecticismo. Diego de Vergara (h. 1499-1583) y la arquitectura malagueña del siglo XVI", Boletín de Arte, Málaga, no 7, 1986, pp. 82-83.
  • También BARRIO LOZA, J.A. y MOYA VALGAÑÓN, J.G.; "Los canteros vizcaínos (1500-1800). Diccionario biográfico". Kobie, Bilbao, no 11, 1981, pp. 206-207.
  • REDONDO CANTERA, M.J.; "Los arquitectos y canteros del entorno de Rodrigo Gil de Hontañón en Castilla y León: la herencia paterna", en Rodrigo Gil de Hontañón. V Centenario, Santander, 2003, p. 71.
  • Los Arquitectos y Canteros Del Entorno de Rodrigo Gil de Hontañón en Castilla y León: La Herencia Paterna, en Rodrigo Gil de Hontañón, ASTRO SANTAMARÍA, op. cit., pp. 262-268 y 403-404. La vinculación Fray Martín de Santiago y Vergara puede ser anterior, ya que en enero de 1536 Fray Martín figura recibiendo dinero del destajo de la Catedral de Salamanca en nombre de Vergara. Archivo de la Catedral de Salamanca, Libro de Fábrica, legajo 2, cajón 44, no 1, fol. 16 ro. Asimismo, le vemos actuar como testigo en la carta de fianza para la obra del puente de Albalá que otorgó Vergara el 26 de enero de 1540.
  • Más detalles de la construcción de cimbras en GONZÁLEZ TASCÓN, op. cit., p. 122.
  • Sin descartar la función religiosa del humilladero, la presencia de este elemento constructivo puede obedecer a un reforzamiento de la tensión vertical, como sucedía también con la inclusión de torres ïincluso casas sobre los puentes. ARAMBURU-ZABALA, op. cit., p. 18.
  • Así queda explicitado, por ejemplo, el 2 de junio de 1539, cuando se presenta una baja por parte de los carpinteros salmantinos Macías, Sánchez, Ceballos y Sedeño, quienes bajaron la obra del puente a 6.000 ducados por 70 de prometido, que sólo cobrarían en el caso de que se produjeran nuevas bajas con posterioridad. Sin embargo, en el caso del muelle de Santander, parece que el prometido sólo se adjudicaba al que lograba el remate, con la pretensión de evitar la " confederación" de los maestros para no hacer pujas a la baja. ARAMBURU-ZABALA, M.A. y ALONSO RUIZ, B.; Santander: un puerto para el Renacimiento, Santander, 1994, pp. 157-158.
  • Sobre la dinámica de las subastas, ver ARAMBURU-ZABALA M.A., op. cit., pp. 28-29
  • y GONZÁLEZ TASCÓN, op. cit., pp. 65-66.
  • Santander: Un Puerto Para El Renacimiento, Comparecen en Plasencia el 25 de julio y rebajan la obra a 4.500 ducados por 60 de prometido. Según declara Juan de Lisbona, se alojaron en su casa. A.G.S., Consejo Real 547, s.f. Estos tres maestros canteros acabarán poniendo una demanda al concejo de Plasencia porque todavía el 26 de mayo de 1542 se les debían los 60 ducados de prometido. La sentencia definitiva del 10 de febrero de 1543 condena a la ciudad de Plasencia. A.R.Ch.V., P.C. La Puerta (o.), c. 299-3 y Reales Ejecutorias c. 548-1 y c. 578-1. Curiosamente, desde el 15 de mayo de 1537 estos tres maestros y Diego de Vergara eran compañeros en los destajos de la Catedral de Salamanca, aunque aquí fueran competidores. CASTRO SANTAMARÍA, op. cit., pp. 265-268.
  • Baja la obra a 4.200 ducados y alarga el remate al día de Reyes para dar fianzas, obligándose a pagar los 400 ducados que baja en caso de no conseguirlas. Hasta la fecha, Martín de la Ordieta no había presentado fianzas por su baja. Como finalmente Pedro de la Puente no obtuvo el remate, la ciudad le paga 8 ducados por su trabajo y el desplazamiento. No es la primera vez que aparece su nombre: en 1534 informa para la Orden de Alcántara sobre la fortaleza de Eljas y en 1535, como natural de Laredo, había sido testigo por parte de Juan Sánchez de Alvarado en el pleito que sostiene éste con el cabildo de Salamanca por los destajos de la obra. Sin embargo, su nombre ha pasado a la historia más bien como aparejador de la catedral de Ciudad Rodrigo, a las órdenes de Rodrigo Gil, desde 1545. A.R.Ch.V., P.C. Fernando Alonso (F), c. 110-4, s.f. NAVAREÑO MATEOS, A.; Arquitectura y arquitectos del siglo XVI en Extremadura, Cáceres, 1994, p. 24.
  • SÁNCHEZ LOMBA, op. cit., p. 104.
  • HERNÁNDEZ VEGAS, M.; Ciudad Rodrigo. La Catedral y la Ciudad, Ciudad Rodrigo, 1935, tomo II, p. 168.
  • A.G.S., Consejo Real 547, s.f., de donde procede la información de estas últimas visitas. Migajón es hormigón de grava y arena, según GONZÁLEZ TASCÓN, op. cit., p. 433.
  • Alonso Delgado ya había sido reclamado para dar su opinión con anterioridad, en 1539, aunque parece que finalmente no acudió. Hasta ahora, el casi desaparecido puente renacentista de Medellín sobre el Guadiana se atribuía al maestro trujillano Sancho Cabrera, que Io concluyó en 1575. ANDRÉS ORDAX, S.; GONZÁLEZ TOJEIRO, C; MOGOLLÓN CANO-CORTES, P. y NAVAREÑO MATEOS, A.: Testimonios artísticos de Medellín (Extremadura), Salamanca, 1985, pp. 81-87. Según la definición de Covarrubias, riostra son los maderos con que aseguran el pie derecho puesto a nivel, en tanto que le cargan con la suela.
  • GONZÁLEZ TASCÓN, op. cit., p. 441.
  • LLORDÉN, op. cit., pp. 12-20.
  • La inscripción en LLAGUNO Y AMIROLA, op. cit., tomo II, p. 57.
  • La actividad cesaba en la época estival (desde San Juan hasta septiembre), sin duda por las altas temperaturas. Así lo indica un testigo, Andrés de Trejo, que declara en 1540. El 7 de febrero del 1538 se alude a las habituales interrupciones de la obra. Una de ellas fue desde finales de 1534 y durante año y medio. A.G.S., Consejo Real 547, s.f. Salvo que se indique, el resto de la información de este apartado procede de la documentación de este pleito y de las informaciones que recoge QUINTANILLA, art. cit., pp. 242 y 244-250.
  • Sobre el sistema de repartimientos, ver ARAMBURU-ZABALA, op. cit., p. 28
  • En el fraude incluso estaban implicados los corregidores, por haber pasado partidas indebidamente. Sobre el tema, ver ARAMBURU-ZABALA HIGUERA, M.A.; Fraude y corrupción en la arquitectura del Siglo de Oro, Santander, 2001, especialmente pp. 40-46.