Arrianismo y catolicismoLa conversión y la integración del reino

  1. Pablo C. Díaz 1
  1. 1 Universidad de Salamanca
    info

    Universidad de Salamanca

    Salamanca, España

    ROR https://ror.org/02f40zc51

Revista:
Desperta Ferro. Arqueología e Historia

ISSN: 2387-1237

Año de publicación: 2017

Título del ejemplar: Visigodos en Hispania

Número: 16

Páginas: 46-50

Tipo: Artículo

Otras publicaciones en: Desperta Ferro. Arqueología e Historia

Resumen

El giro godo hacia el cristianismo está esencialmente asociado a maniobras de oportunismo político en su necesidad de buscar alianzas con Roma cuando su pueblo se encontraba acosado por los hunos. Una parte de ellos se habría dirigido al emperador Valente en torno al 376 pidiendo que les enviase sacerdotes que les instruyesen en la verdadera religión. En otra versión de la historia, el jefe godo Fritigerno habría pedido ayuda al emperador para imponerse a su rival Atanarico y, agradecido por los servicios prestados, habría decidido sumarse a la religión del emperador, convenciendo a sus seguidores para que hiciesen lo mismo. Son versiones que pretenden justificar el arrianismo de los bárbaros por su vinculación con un emperador arriano, aunque en la práctica su conversión masiva parece darse después del 382, cuando Teodosio les admitió como federados en Mesia. A partir de ese momento son unánimemente reconocidos como cristianos, aunque sin explicar por qué han optado por el credo arriano, especialmente teniendo en cuenta que el arrianismo fue objeto de una encarnizada persecución tras el concilio de Constantinopla del 381. Los motivos que llevaron a los godos a abrazar el credo arriano siguen siendo objeto de discusión. Más allá de una posible adecuación entre sus sutilezas trinitarias y las concepciones germanas de poder, parece claro que la elección fue consciente y deliberada. Los reyes godos, que sumaban a su condición de cabeza del ejército, la de juez supremo y máxima autoridad legislativa, asumieron también el papel de máxima autoridad de la Iglesia arriana, que pasa a convertirse en la religión tribal y elemento de distinción frente a los romanos católicos. Incluye una ilustración, obra de Sandra Delgado, sobre la unción sagrada del rey Wamba en la iglesia palatina de los Santos Apóstoles, en Toledo.