Malestares en las mujeresuna aproximación desde la antropología social y la teoría feminista

  1. GIRONA MAGRANER, María Jesús
Dirigida por:
  1. José María Uribe Oyarbide Director/a

Universidad de defensa: Universidad Pública de Navarra

Fecha de defensa: 19 de septiembre de 2017

Tribunal:
  1. Capitolina Díaz Martínez Presidente/a
  2. Soledad Murillo de la Vega Secretaria
  3. Mari Luz Esteban Galarza Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El objetivo de este trabajo, es abrir una ventana con vistas a observar, entender y comprender el concepto del malestar en su máxima expresión y profundizando en temas como la menstruación, menopausia y problemas alimentarios, y de qué manera el sistema sanitario en su falta de enfoque de género vulnera el derecho sanitario. Para ello, se pone en cuestión el modelo hegemónico, a través de la ruptura del presupuesto médico y la descategorización de la enfermedad, rescatando así, los roles culturales, familiares y de género que influyen de manera cuasi totémica en el desarrollo de los malestares, específicamente el de las mujeres. La pretensión es ir perfilando los criterios diagnósticos que sustentan y avalan dichas enfermedades y ampliar la visión causal, que acogiéndonos a la terminología de Bourdieu, se centrarían en el habitus de las mismas. En esta concepción de hábitos y estares, el fenómeno identitario en yuxtaposición a la construcción social, se fundamenta en la existencia de una conciencia compartida por un grupo, generalmente de mujeres, cuyo objetivo es reconocerse a sí mismas dentro de un marco global en interacciones con los/as demás, un marco dotado de poder donde se adquieren dosis de placer y displacer. La cuestión por tanto no es desvincular la práctica sanitaria, sino mostrar y desmitificar los argumentos que legitiman la incompatibilidad del discurso médico con el de la antropología de la salud, donde se quiere y pretende desvelar los procesos que generan esta posibilidad de aunar ambas ciencias, así como de mostrar las diferentes técnicas para abordarlas. Se ha puesto en cuestión dicha concepción patológica, alegando que este conocimiento no es ni objetivo ni irrefutable. La frontera entre lo normal y patológico queda desdibujado, siendo la cultura, las emociones y los contextos sociales los que delimitan, en gran medida, la expresión de los procesos vitales por el que pasan las mujeres. Aunque todavía son escasos los estudios al menos en el estado español, sobre aflicciones, mujeres y malestares, se ha podido constatar como determinados factores socioculturales y los diferentes procesos de adaptación, pueden desencadenar actitudes y comportamientos que negativizan la vivencia de estos estados vitales. Son situaciones evidentemente de discriminación y desigualdad, y tal como señala (Berna!, 2011) una palpable y preocupante presencia de enfermedades feminizadas. Lo que lleva a pensar de la existencia de una dominación masculina y la pérdida de poderes y responsabilidades de las mujeres en cuanto a su capacidad decisoria y de actuación, afectando como apunta (Berna!, 2011) a una posición de estatus social y político inferior. Esto es, una situación de violencia simbólica social y corporal. La poca conexión-interacción y el rechazo al cuerpo femenino de las mujeres, entendiendo "la feminidad y las mujeres" como conceptos plurales de abstracta significación, hace necesaria una resignificación del simbolismo cultural de las corporalidades. Para ello la antropología de la salud, propone soluciones e intervenciones a los problemas que surgen de una sociedad estática en cuanto a conceptos, significaciones y transmisión de roles y patrones en las formas de estar y actuar del ser humano. Tal y como apunta Bourdieu, a través del concepto de habitus, tanto los pensamientos mentales y esquemas corporales de un grupo social tienen como aspecto primario y de base la perspectiva de género, incorporada a través de procesos de socialización. Por ello esta tesis tiene como eje vertebral en el análisis de estas problemáticas la perspectiva de género. Esta concepción mental que se tiene de las mujeres en sus formas corporales, hace que la menopausia y la menstruación pasen a ser enfermedades de la desesperación, la misma causa se atribuiría a los malestares alimentarios, esta vez enfermedades de la desvalorización, eclosionando el desarrollo vital y positivo de las mujeres como personas en sociedad. Ante este estado de la cuestión y como se viene postulando a lo largo del proyecto tesis, la aportación indispensable de la perspectiva de género y el enfoque de derechos favorecerá la visibilización y existencia de las desigualdades en la salud, diferencias que devienen de la socialización diferente entre mujeres y hombres y que determinan en gran medida los valores, actitudes, pensamientos, así como formas de poder y acceso condicionamientos que dejan a las mujeres en una posición de infravaloración y desigualdad social.