La institución escolar y sus efectos en la estructuración del sujeto

  1. Socolovski Batista, Mara
Dirigida por:
  1. Francisco J. Jódar Rico Director/a
  2. Francisco Beltrán Llavador Director/a

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 15 de julio de 2014

Tribunal:
  1. Juan Manuel Escudero Muñoz Presidente/a
  2. Lucía Gómez Sánchez Secretario/a
  3. María Clemente Linuesa Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El presente trabajo parte de la observación de un hecho: la organización actual de la sociedad, por lo menos dentro de aquel ordenamiento que conocemos como ‘occidental’, cimenta su estructura en dos instituciones claves: la familia y la escuela. Habiendo tanto escritos que abordan la influencia de la familia sobre la estructuración del sujeto, no había estudios sobre los efectos que pudiera tener aquella ‘otra’ institución que se presenta como ‘obligatoria’, la escuela, y que en principio pareciera apuntar a garantizar la posibilidad de crear lazos sociales de/con los recién llegados . Es decir, si la sociedad se configura a partir de las instituciones que la conforman y éstas son producto de las relaciones que se establecen entre los sujetos, no tendría sentido estudiar la estructuración psíquica de los mismos como algo separado de su singular posibilidad de construir un vínculo social, ya que ello sería constitutivo de su propia humanidad. Así pues, surge nuestra hipótesis, en tanto punto de partida: la estructuración (psíquica ) del sujeto contemporáneo está mediada principalmente por dos instituciones y no sólo por una: la familia y la escuela (de allí la necesidad que se impone a los Estados de garantizar su atravesamiento por parte de todos los pequeños). Si ello es así, cabe la pregunta que este trabajo pretende abordar: ¿cuáles son los efectos de la institución escolar sobre dicha estructuración (psíquica)? Por ello, el trabajo tiene un claro objetivo más allá de los ‘oficialmente’ detallados y supone un giro diametral en relación al supuesto que sostienen las psicologías y expone cómo la institución escolar participa en forma decisiva de la estructuración subjetiva sin desmerecer la función de esa otra institución que es la familia. Evidentemente, nos enfrentamos a una dialéctica difícil de aprehender. No pretendemos estudiar los contenidos escolares, ni los medios tecnológicos, ni las estructuras educativas. Intentamos abordar el lazo por medio del cual se construyen ‘sujetos a/de la educación’, el vínculo escolar que singulariza la relación cuyos efectos operan sobre la estructuración de la subjetividad , según la hipótesis planteada. Por ello, realizaremos un recorrido teórico y un trabajo de campo que apunta a indagar las relaciones que se establecen entre tres ordenamientos por los que discurren los niños de ‘nuestra’ sociedad: el social, el íntimo y el escolar. Es decir, analizaremos algunas de las tensiones que asientan y dinamizan la sociedad, la familia y la escuela. De esta manera, retomando nuestra necesidad de construir el objeto del trabajo, nos vemos abocados a la necesidad de un abordaje de los lazos que se establecen entre los órdenes mencionados y la búsqueda de aquellas singularidades que permitan a todos y cada uno, conformarse como sujetos en el mismo acto que construyen la sociedad que los sos-tiene. Realizado a partir de un planteo epistemológico que rescata el psicoanálisis y el marxismo como atalayas para abordaje de la cuestión educativa, este trabajo recorre, reconstruye y (re)significa tres categorías principales (educación, institución, sujeto/palabra) dotándolas de un sentido determinado a fin de convocar esos otros significados que subyacen escondidos debajo de la aplastante lógica de los significantes del discurso hegemónico. A partir de un exhaustivo análisis teórico hemos promovido distintos dispositivos para que la escuela pueda pensarse. Tomando a Castoriadis, quien propone una verdadera revolución para pensar las dinámicas sociales y la subjetividad se desarrolla una teorización que rompe con las tensiones más clásicas que hablaban de individuo y sociedad y ubica la tensión constitutiva de la subjetividad y la sociedad en la polaridad psique-sociedad, dándole un sentido muy específico. Según el autor, la psique desborda lo psíquico en términos más tradicionales e incluye el soma y remite (retomando la terminología que he utilizado en el informe) a un sujeto de pulsión situado, es decir atravesado no sólo por el lenguaje y una palabra que se hace cuerpo sino por las significaciones sociales imaginarias que hacen al contexto social-histórico. A partir de ello, surge la necesidad de pensar la educación como un proceso abocado a la producción de sujetos en el marco de la institución escolar para lo cual se han rescatado las metas definida en los términos de Jaëger, es decir, aquellas propuestas en la paideia. Se trabaja entonces conceptualizaciones referidas a la fabricación de ciudadanos tal como propone autores como Meirieu, rescatando también teorizaciones como las de Levin sobre la relación estructura/desarrollo y sujeto/niño y llevándolas al plano de lo escolar. Con este recorrido teórico se aborda el trabajo de campo. Las conclusiones se estructuran a partir de los 30 cuestionamientos escogidos surgidos del análisis discursivo del campo. Por un lado, se han mostrado los efectos de la institución escolar en la estructuración subjetiva aportando viñetas que remiten a momentos netamente pedagógicos donde, por ejemplo, una maestra le dice a un alumno “agarrá”, ofreciendo así objetos que se convertirían en representaciones y significantes de un bagaje cultural que la docente ofrece a sabiendas de que aquello que hace humano a la cría sapiens es el placer de la representación y apostando por la emergencia de un sujeto. Sin embargo, dicho actos está sostenido también por la incertidumbre, no sólo de saber si ese niño consentirá la renuncia que supone dicho lazo sino que, aún cuando el niño acepte, los destinos del proceso educativo no son predecibles. Ello es un punto clave para diferenciar los resultados en la producción de la subjetividad como efecto de un proceso educativo y las consecuencias cosificantes de los procesos de adiestramientos a los que muchas veces sometidos los niños. Pero la construcción de este proceso necesita, indefectiblemente, un refinamiento y un abordaje específico sobre cuestiones relacionadas con la producción discursiva, las metas que sostienen los marcos regulatorios, las referencias que hacen a los agentes y las vías necesarias para reemplazar colectivamente las prácticas vigentes. En relación a la producción discursiva, se ha mostrado la imperiosa necesidad de pensar los significantes que ordenan la práctica escolar. En este centro, la misma se sostiene desde un discurso psicoanalítico. Hemos aclarado que no se trata de promover la instauración de una pedagogía psicoanalítica o un psicoanálisis pedagógico en las escuelas sino que nuestro análisis apunta a la necesidad de construir colectivamente los significantes que operan de sostén de las prácticas educativas en tanto se trata de un proceso explícitamente político. En este sentido, expusimos cómo la dirección promueve y sostiene dispositivos a tal efecto sin que ello signifique que deban copiarse en otra escuela de aquel o este país. Se trata de la exposición de los efectos que dicha organización tiene sobre las prácticas. Así pues, a partir de lo expuesto se presentó cómo se organizan las metas educativas dentro de marcos regulatorios. Retomar los preceptos que guiaban la paideia y fueron metas de aquella educación moderna orienta unas prácticas diferenciales en relación a las que comúnmente nos propone el discurso hegemónico. Hablar de producir ciudadanos autónomos supone un posicionamiento político diametralmente opuesto a la producción de mano de obra flexible que nos propone el discurso neocapitalista: allí no se habla de emancipación. Por lo tanto, categorías como innovación o excelencia cobran un sentido muy diferente en la articulación de ambas prácticas. Ello supone, el arbitro de nuevas referencias para que los maestros, en tanto agentes, puedan producir discurso y hacer con él a partir de la implicación y el compromiso político. No sólo se han ofrecido viñetas que dan cuenta de un alto nivel de concientización de las maestras sobre el asunto sino que pudimos apreciar los efectos que dicha práctica supone. Para ello, hemos expuesto la necesidad de una capacitación tanto de grado como permanente y la articulación de dispositivos que, por un lado, viabilicen la posibilidad de construcción de referencias discursivas y por otro, articulen la propia singularidad del cada maestro como sujeto barrado responsable de la instauración del vínculo educativo. En este sentido, nos permitimos pensar entonces las vías para la construcción colectiva de prácticas que habiliten el sostenimiento de esta praxis. Para ello, hemos propuesto un abordaje de la tarea escolar desde los lineamientos que Sennet plantea en relación al trabajo artesanal. Una labor que necesariamente producirá sujetos iguales en su capacidad de ser diferentes. En la segunda parte de este capítulo, nos permitimos pensar las aportaciones que derivan de este estudio para la reconstrucción del contexto actual de la escuela. A partir del discurso y las articulaciones de las prácticas que allí encontramos pudimos replantear no sólo la idea de una “Educación Especial” sino que nos volcamos a analizar y cuestionar los pilares de lo que hoy se denomina “Educación Inclusiva”. A este respecto, no sólo analizamos las derivas políticas que se encuentras soterradas en un discurso maquillado de ‘progresista’ sino que develamos, por un lado, la necesaria producción social de niños especiales, sujetos de una etiqueta, seres cuya identidad está catalogada en el DSMIV; y por otro, evidenciamos, a partir de las palabras de las maestras, los efectos de estas prácticas políticas, la necesidad de su abordaje desde las distintas instancias institucionales de la sociedad y los velos que ello supone para la construcción de una Educación radicalmente democrática. Así pues, apoyamos nuestro propuesta de vías para la construcción de sujetos escolares sobre tres pilares: la norma como concreción de los límites institucionales; el poder, en tanto relación que se plantea como condición de posibilidad entre lo instituido y lo instituyente, y finalmente, los discursos sobre las prácticas que configuran derechos, demandas y necesidades. Cada uno de estos puntos no sólo nos remite al cuerpo teórico y al trabajo de campo sino que además nos permite retomar la triangulación que dio origen a esta investigación mostrando cómo Sujeto, Institución y Educación encuentran en la Muerte, la Ley y el Deseo (tal como diría Morales Ascencio) los modos de hacer con la imposibilidad de control de la naturaleza, de su propio cuerpo y de los otros (tal como plantearan Hobbes y Freud). Los aportes y conclusiones del análisis de las viñetas remiten necesariamente al análisis del al escuela como espacio de producción de una praxis política sostenida, como diría Chantal Mouffe, en el espacio de lo político. Finalmente, el apartado que planteaba la pregunta sobre “Nuevos sujetos o sujetos nuevos”, se configuró como una síntesis que permitió, por un lado, apuntalar los significantes que sostienen la producción de los sujetos de la educación y por otro, reunir las categorías planteadas y emergentes para argumentar, dar razones, hacer inteligible las dinámicas intra e inter que operan en las relaciones tanto de los dispositivos estudiados en cada espacio (es decir, en la familia, la sociedad y la escuela).