Estudio de la dinámica poblacional del lepidóptero Thaumetopoea pityocampa (Denis & Schiffermüller, 1775) en la provincia de Valencia.

  1. López Sebastián, Emili
Dirigida por:
  1. Jesús Selfa Arlandis Director/a
  2. Miguel Guara Requena Director/a
  3. José Tormos Director

Universidad de defensa: Universitat de València

Fecha de defensa: 28 de noviembre de 2014

Tribunal:
  1. Josep Daniel Asís Pardo Presidente
  2. Mª Tatiana Pina Desfilis Secretario/a
  3. Francisco José Beitia Crespo Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Se estudió la dinámica poblacional de Thaumetopoea pityocampa (Denis & Schiffermüller, 1775) (Lepidoptera; Notodontidae) en cinco áreas de pinar ubicadas en el norte de la provincia de Valencia (España): Loma Valluenga (Rincón de Ademuz), Los Ances, La Jarilla y Las Umbrías (Los Serranos) y Pla de l’Albercoquer-Corral de Pija (Camp de Túria); la primera y última de estas masas forestales son de origen natural y regeneración espontánea, mientras que el resto son repoblaciones de origen artificial. Además, a excepción de Pla de l’Albercoquer-Corral de Pija con masas de Pinus halepensis Mill., el resto de áreas albergaron principalmente pinares de la especie Pinus nigra salzmanni Arnold. La marcada gradación de termo y ombro-tipos existente entre las montañas del interior y el litoral de la provincia de Valencia nos permitió describir diferencias muy patentes tanto en los hábitos alimenticios, como en la fenología, dinámica poblacional y complejo de enemigos naturales, de las diferentes poblaciones del lepidóptero plaga. La procesionaria del pino se mostró como una especie semélpara, con un único episodio de reproducción centrado en la época estival, y en donde todos los descendientes fueron producidos de forma sincronizada. Además, atendiendo a la duración de la vida, pudimos identificar un ciclo biológico semélparo superpuesto en donde los individuos de diferentes generaciones coexisten debido al fenómeno de la diapausa. Los ciclos se avanzaron alrededor de un mes en las montañas del interior, con vuelos más prematuros (Junio-Julio) y enterramientos más tardíos (Marzo-Abril) que en la Sierra Calderona (Agosto-Octubre y Enero-Febrero, respectivamente). Las dinámicas poblacionales fueron de tipo epidémico en las repoblaciones de pinos del interior, con máximos gradativos cada 3-4 años, mientras que en las áreas de carácter más litoral las gradaciones fueron lentas, fluctuando a niveles de infestación más bajos. La orientación Sur fue el cuadrante más afectado en todas las masas forestales estudiadas. La regulación de las poblaciones de orugas se manifestó muy supeditada a la rápida merma del recurso alimenticio a lo largo de las gradaciones y al impacto de factores ambientales esporádicos de tipo extremo tales como episodios de lluvias torrenciales o períodos de frío. También se pudieron constatar diferencias significativas en la ecología, composición, hábitos tróficos y estructura de las colonias según las áreas estudiadas. A tenor de los resultados, parece evidente que la procesionaria del pino seleccionó de manera activa el hospedador vegetal a la hora de ovipositar. Características dendrométricas (altura y cabida cubierta), ecológicas (localización del árbol en la masa forestal), así como parámetros ambientales derivados claramente de la localidad y el año de estudio, parecieron influir en el comportamiento de las hembras grávidas de procesionaria. En este sentido, pensamos que el piso bioclimático podría ser el principal factor de selección a la hora de fijar el número de huevos por puesta, y por tanto el número de individuos por colonia que la especie debe de poner en juego, para garantizar la supervivencia de las poblaciones. El período de oviposición duró unos 15 días más de promedio en las áreas del interior, mostrando un calado poco variable a lo largo del período de estudio. Por otra parte, mientras en Las Umbrías el 50% de las puestas de huevos se obtuvieron hacia la última semana de Junio y primera de Julio, en Pla de l’Albercoquer-Corral de Pija este valor se alcanzó hacia la última semana de Agosto, aproximadamente unos 2 meses después. Los imagos hembra mostraron una clara tendencia a ovipositar en el tercio inferior de la copa de los pinos, lo cual podría evidenciar una capacidad de dispersión limitada; además, prácticamente todo el contingente de huevos estudiados se situó en el sector SE-SO de las copas. Las puestas de las montañas del interior contuvieron unos 66 huevos/puesta más, de promedio, que en la Sierra Calderona, hecho que podría estar relacionado con las limitaciones térmicas de la zona. Las tasas promedio de avivamiento fueron del 57% para la Sierra Calderona, y del 79% para Los Serranos, evidenciandose una mayor mortalidad en fase de huevo para Pla de l’Albercoquer-Corral de Pija. Los períodos de mayor mortalidad fueron la fase de huevo y primeros estadios larvarios, y la fase de pupa. El volumen de los nidos fue mayor en las áreas frías del interior (hasta 4500 cm3) que en la Sierra Calderona (1500 cm3), estando directamente relacionado con el número de orugas integrante del agregado y el estadio. Las condiciones térmicas invernales condicionaron el tamaño de los nidos en las áreas del interior, con un incremento en la actividad de tejido a partir del estadio L3. El número de individuos que llegaron a la fase hipogea fue mayor en las áreas del interior (aproximadamente un 50% más), siendo las tasas de diapausa en estas áreas considerablemente mayores que en el litoral (19,7% frente a un 3,6%). Aunque el porcentaje de individuos con puposis diferida fue mayor en los machos (65-100%), se pudo apreciar que la diapausa fue un fenómeno común en ambos sexos (entorno a un 21-33% de hembras) durante los dos años de estudio. Los períodos de latencia fueron importantes, con un máximo de 6 años. El 94% de los individuos diapausantes emergieron en los 3 primeros años de latencia, con un 40% para el primer año. Los parámetros referentes a la tasa reproductora básica (R0) y la fertilidad relativa (lx*mx) disminuyeron en el caso de Las Umbrías y aumentaron para Pla de l’Albercoquer-Corral de Pija, durante los dos ciclos estudiados, pudiéndo ser la merma en la calidad del factor trófico el responsable del incipiente decaimiento de la población en Las Umbrías. El estudio de los k-valor (kx) nos mostró como los factores de mortalidad clave para Los Serranos acontecieron en fase de huevo y pupa, mientras que para La Sierra Calderona lo hicieron en fase de huevo y últimos estadios larvales (L4-L5). La fuerza de la mortalidad en la fase larval se mantuvo, en general, a niveles bajos, cobrando cierta relevancia a partir del estadio L3 en La Sierra Calderona y de L5 en Los Serranos. Del análisis de los diferentes factores de mortalidad que afectaron a las poblaciones en estudio, se pudo apreciar la importancia de los enemigos naturales. A lo largo de todo el ciclo fenológico de procesionaria del pino pudimos constatar la presencia de 42 especies de antagonistas biológicos: 20 depredadores (2 mamíferos, 7 aves, 6 insectos y 3 arácnidos), 3 entomopatógenos y 19 insectos parasitoides. La aportación del complejo de enemigos naturales a la mortalidad total presentó diferencias importantes según el ciclo y el área estudiadas, alcanzándose valores máximos del 44%. Respecto a la importancia del impacto de las diferentes especies de enemigos naturales, podríamos resaltar a grandes rasgos la acción de los parasitoides de huevos en la Sierra Calderona, y los parasitoides que atacaron las últimas fases de desarrollo de la procesionaria del pino en Los Serranos. El sumatorio total de los k-valor según la especie situaron a B. servadeii como el factor biótico con mayor “fuerza de mortalidad” (k = 0,273), seguido de P. caudata (k = 0,122) y O. pityocampae (k = 0,093). Por otra parte, se estudió en profundidad la distribución a todos los niveles espaciales (puesta, árbol y masa forestal) de los ooparasitoides y del lepidóptero, pudiéndose apreciar una gran influencia del medio forestal sobre las tasas de aparición de los diferentes ooparasitoides. Adicionalmente, se describen relaciones tritróficas novedosas para la ciencia, y se aportan datos de numerosos depredadores (algunos de ellos como citas novedosas, y con una acción muy relevante dentro del complejo, como los tetigónidos, formícidos, páridos y quirópteros) que aunque no pudieron ser estudiados en profundidad dentro del marco de este trabajo, si que se pudo dejar constancia de su incidencia, marcando la dirección de futuros estudios al respecto.