La contrarrevolución pedagógica del Ministro Sainz Rodríguez

  1. López Bausela, José Ramón
Dirigée par:
  1. Manuel de Puelles Benítez Directeur/trice

Université de défendre: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Année de défendre: 2008

Jury:
  1. José María Hernández Díaz President
  2. Elías Ramírez Aísa Secrétaire
  3. Juan Manuel Fernández Soria Rapporteur
  4. Alejandro Tiana Ferrer Rapporteur
  5. Gabriela Ossenbach Sauter Rapporteur

Type: Thèses

Teseo: 279144 DIALNET

Résumé

Los límites temporales de la investigación se sitúan entre el 31 de enero de 1938 -fecha del nombramiento de Pedro Sainz Rodríguez como ministro de Educación- y el 27 de abril de 1939 en que se decreta su cese. Está organizada en dos grandes bloques. En el primero traza un retrato ideológico de la figura objeto de estudio ciñéndose rigurosamente al análisis de los textos originales de sus discursos y escritos más relevantes. Lejos de elaborar una biografía o una enumeración cronológica y detallada de la participación del ministro en hechos concretos presenta su ideología a través del análisis de sus textos y discursos más emblemáticos, acudiendo a fuentes bibliográficas y hemerográficas originales, poniendo de relieve con ello un fallo metodológico presente en investigaciones anteriores que no han cuestionado la validez de ciertos datos aportados por el ministro en sus memorias y entrevistas o han tomado como fuente primaria para su análisis la refundición y posterior publicación de varias de sus obras y discursos sin reparar que Sainz Rodríguez realizó a posteriori, en alguna de ellas, alteraciones de fondo en las que subyace un evidente ánimo autojustificativo. El segundo se centra, exclusivamente, en su etapa ministerial y capta la proyección de su ideología en tres ámbitos concretos: la enseñanza primaria, la reforma del bachillerato universitario de 1938 y el proyecto de ley de reforma universitaria publicado, prácticamente, a la par que su cese. La investigación asume como punto de partida la existencia de una reforma educativa impuesta por la fuerza, al amparo de un poder incontestable de carácter dictatorial, cuyo objetivo principal fue operar una transformación radical en la mentalidad de la juventud española por medio de una contrarrevolución pedagógica que erradicara para siempre la opción republicana de la vida política en nuestro país. Los militares derrotaron a la Segunda República en el campo de batalla; sin embargo, mantener esa victoria solo fue posible mediante el recurso a un sistema represor cuya única efectividad radicó en el uso de la fuerza. La reforma educativa puesta en marcha por Sainz Rodríguez fue más allá, buscando la victoria ideológica y, lo más importante, su plena permanencia en las generaciones de posguerra. Además de la hipótesis principal otras dos, de carácter secundario, han sido validadas por la investigación. La primera afirma que las razones aducidas por el ministro para explicar los motivos que le indujeron a la elección de los miembros de su gabinete no se ajustan exactamente a la verdad. La segunda cuestiona la ausencia de responsabilidad del ministro en la depuración del personal docente, afirmando que no debemos confundir una estrategia perfilada para permitir a un número determinado de maestros la permanencia en sus escuelas a la espera de la resolución definitiva de sus expedientes de depuración con una disminución de la presión depuradora. La investigación concluye que Pedro Sainz Rodríguez no fue tan sólo -como él mismo nos ha querido transmitir en sus memorias- un ministro del alzamiento militar del 18 de julio, sino el artífice de todo un aparato legislativo que puso la cultura al servicio de un Estado confesional para impedir, durante más de cuarenta años, la incorporación de España a la modernidad europea, contribuyendo, además, a legitimar un procedimiento habitual en las luchas políticas de nuestro siglo XIX, como fue el recurso a las armas para alcanzar el poder de forma violenta, arrasando un régimen político emanado de la voluntad popular refrendado por las urnas.