La masculinización del modelo femenino en las fuentes martiriales del cristianismo primitivo

  1. MAGRO MARTINEZ, IKER
Dirigida por:
  1. Maite Muñoz García de Iturrospe Director/a

Universidad de defensa: Universidad del País Vasco - Euskal Herriko Unibertsitatea

Fecha de defensa: 20 de junio de 2019

Tribunal:
  1. Rosa María Mentxaka Elexpe Presidente/a
  2. Virginia Alfaro Bech Secretario/a
  3. Pablo de la Cruz Díaz Martínez Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 150291 DIALNET lock_openADDI editor

Resumen

El cristianismo primitivo se apropió de muchos de los aspectos de la tradición de la Antigüedad en torno al modelo femenino, especialmente en cuestiones como su inferioridad natural y las virtudes y conductas a las que debía aspirar la mujer (sumisión, silencio, humildad, reclusión, etc.). Sin embargo, en las fuentes martiriales de los primeros siglos del cristianismo, dada la naturaleza exhortativa y ejemplarizante de las mismas, la presentación que se hace de las mujeres mártires es muy diferente: estas destacan por su fortaleza física y espiritual, por su dominio de la palabra y de las emociones y por su capacidad de liderazgo e iniciativa a la hora de hacer frente a sus antagonistas. La mujer mártir es, así, la representación de la superioridad avasalladora que supone ser cristiano. Esta tesis analiza los tópicos empleados por los editores de los textos martiriales para mostrarnos a la mujer mártir como un hombre perfecto y total: comparaciones con atletas, soldados y gladiadores; degradación, feminización e incluso ¿bestialización¿ de los magistrados romanos, verdugos, los espectadores de las ejecuciones, etc. Estas heroínas de la fe son las protagonistas en una ¿performance¿ de dimensiones cósmicas que necesita de una audiencia que entienda y dé sentido a lo que lee y escucha y que sienta que, pese a ser finalmente ajusticiadas, las mártires son las grandes triunfadoras de estos textos. Triunfadoras porque han derrotado a sus enemigos. Y triunfadoras porque durante un breve espacio de tiempo han dejado atrás su naturaleza femenina y sus limitaciones para abrazar la perfección, esto es, la masculinidad plena. En definitiva, la mujer mártir es un recurso retórico que permite abordar el discurso del poder, de la dominación sobre el enemigo, así como el discurso de identidad de una religión que por aquel entonces aún se estaba configurando y hallando su papel en el mundo y su orden social.