Un nuevo marco conceptual para el análisis electoral

  1. Urdánoz Ganuza, Jorge
Dirigida por:
  1. Javier Muguerza Carpintier Director/a

Universidad de defensa: UNED. Universidad Nacional de Educación a Distancia

Fecha de defensa: 23 de junio de 2003

Tribunal:
  1. Antonio Torres del Moral Presidente/a
  2. Antonio García Santesmases Secretario/a
  3. Carlos Vidal Prado Vocal
  4. Juan Andrés Ramírez González Vocal
  5. Alberto Penadés de la Cruz Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

El Marco Conceptual actualmente en vigor a la hora de referirse a los ordenamientos electorales proviene, casi en su integridad, del siglo XIX. Ciertamente, las aportaciones en este terreno a lo largo del siglo XX han sido considerables. En esa línea, destacan Duverger, Rae, Sartori, Nohlen o Lijphart, por citar sólo algunos protagonistas de entre los más relevantes. Sin embargo, tales aportaciones no han puesto en duda, o no lo han hecho con la suficiente rotundidad, el Marco Heredado. En mi investigación parto de la tesis de que es precisamente dicha permanencia en categorías decimonónicas obsoletas lo que explica la insatisfacción generalizada en relación al ámbito de los estudios electorales. Se reconocen, como hemos mencionado, aportaciones valiosas, pero a pesar de ello se estima que el campo de los estudios electorales se encuentra "subdesarrollado" (Lijphart, 1987). Cierto sector de la ciencia Política asume que este subdesarrollo ha sido superado ya gracias a ciertas contribuciones (Taagepera 1989 y Lijphart 1994, especialmente). A mi juicio, el problema todavía persiste, debido a que todas las contribuciones académicas asumen, probablemente sin tomar plena conciencia de ello, la validez de determinados términos y de ciertos supuestos. Los mismos se utilizan, en consecuencia, para que tales contribuciones tomen cuerpo. Estoy convencido de que el problema reside en la utilización de tales términos y en la asunción acrítica de tales supuestos. El estado de cosas actual sólo puede superarse mediante una sustitución de los presupuestos y premisas ocultas en las que se sustenta toda la concepción actual. Tales presupuestos configuran unos términos, unas preguntas y unos métodos que hacen imposible rebasar las fronteras de saber acumulado adquiridas por la disciplina hace ya décadas. Por ello, es absolutamente necesario configurar de nuevo todo el marco conceptual, redefinir los términos utilizados, introducir otros nuevos y eliminar aquellos cuya vigencia sea ya inexistente. Dicho nuevo paradigma (la Tesis doctoral) se ofrece como una alternativa al paradigma actual (considerablemente caótico, a mi juicio) mediante el que la Politología intenta atrapar el complejo proceso electoral. A mi juicio, se logran con él varios objetivos que anteriormente no se alcanzaban: eliminar la ambigüedad de los términos utilizados, establecer las relaciones lógicas existentes entre los diversos elementos que integran un ordenamiento electoral y extraer las conclusiones pertinentes. Se caracteriza por una cuidada insistencia en la nomenclatura, con el objetivo de desterrar todo rastro de ambigüedad, y por un conjunto de neologismos que hacen posibles referencias antes impracticables. Ambas cuestiones, junto con otras, pretenden alcanzar únicamente un objetivo: la exactitud y la sistematicidad propias de todo conocimiento, allá donde es posible elaborar un conjunto de teorías susceptibles de ser tildadas de "científicas". En ese sentido, el modelo es de la Teoría de las Votaciones desarrollada por parte de la Economía.