Deterioro cognitivo leveanálisis de la prevalencia, conversión a demencia y mortalidad.

  1. PÍREZ MORA, GUILLERMO
Dirigida por:
  1. Antonio Lobo Satué Director/a
  2. J. Santabarbara Director/a

Universidad de defensa: Universidad de Zaragoza

Fecha de defensa: 19 de junio de 2017

Tribunal:
  1. Antonio Bulbena Vilarrasa Presidente/a
  2. Miguel Ángel Quintanilla López Secretario/a
  3. Manuel Ángel Franco Martín Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 460094 DIALNET

Resumen

La demencia, y más concretamente la EA se ha erigido en un foco de interés a nivel mundial; uno de los motivos principales para que así sea, es que se estima que la incidencia de EA y otras demencias aumente durante las próximas décadas. Los déficits a nivel cognitivo y de memoria que presentan las personas, y que suelen convertirse en demencia, se han intentado clasificar y nombrar (desde un punto de vista sindrómico) de numerosas y diferentes formas. Durante los últimos 30 años se han hecho varios intentos; siendo uno de ellos el constructo denominado «Deterioro Cognitivo Leve (DCL)». El concepto DCL, también denominado en inglés «Mild Cognitive Impairment» (MCI), surgió en el ámbito de los estudios de la demencia. Se ha concebido como una etapa de transición entre el declive de la memoria relacionada con la edad y la demencia de tipo EA. Es por ello, que se puede llegar a considerar como un posible estadio prodrómico de evolución futura a demencia, conllevando un notable interés su potencial tratamiento para evitar esa posible evolución negativa. Los criterios clínico-diagnósticos aplicados en la bibliografía han variado a lo largo de su evolución, pero a pesar de ello, el constructo DCL se ha mantenido a lo largo del tiempo como una entidad de utilidad bastante contrastada (aunque no de forma definitiva):es ampliamente reconocida entre los investigadores, y también es la más aplicada en la práctica clínica. Su validez ha sido ratificada por hallazgos patológicos (1) y estudios de imagen de imagen cerebral (2). No obstante, a pesar de su notable utilidad, algunos autores defienden que es una entidad en la que todavía no se ha alcanzado un consenso en su clasificación (3), y considerablemente heterogénea a nivel poblacional (4) dicen: «Current classifications of MCI have variable outcomes in population-based samples». Entre los criterios más ampliamente descritos en la literatura científica se encuentran los presentados por R. Petersen (5) con el objetivo de describir a un grupo de pacientes que presentan una sensación subjetiva de pérdida de memoria (contrastable mediante tests psicométricos), pero sin alteraciones importantes en otros aspectos tales como la cognición ni en la realización de las actividades de la vida diaria (excluyendo, por tanto, la demencia). Durante los últimos 5 años, el concepto DCL ha sufrido un exhaustivo, minucioso y a la vez extenso proceso de revisión (6). Con la reciente aparición del último manual DSM-5 propuesto por la American Psychiatric Association (APA), tras catorce años de deliberación y desarrollo, han llegado los últimos criterios diagnósticos de DCL DSM-5 (7) como un nuevo constructo a tener en consideración: «Trastorno NeuroCognitivo Leve». Esta nueva entidad es aparentemente más estricta, con criterios en signos y síntomas más severos (mayor compromiso en la independencia en las actividades funcionales), por lo que aparentemente, los casos diagnosticados deberían presentar un mayor deterioro a nivel general, y consecuentemente mayores tasas de conversión a demencia. Sin embargo, la construcción de esta categoría en el DSM-5 no ha estado exenta de críticas y, específicamente, se ha argumentado que debería estar mejor sustentada en trabajos sobre su validez (8) Los valores obtenidos tanto en la prevalencia como en las tasas de conversión de DCL a EA fluctúan considerablemente en la literatura. Tasas de prevalencia obtenidas en estudios previos realizados en muestras poblacionales, oscilan entre el 11% y el 19% (para individuos de 65 o más años de edad) (9,10). En cuanto a las tasas de conversión a demencia, inicialmente Petersen en su artículo original (5), predijo una tasa de conversión de «aproximadamente 10-15%». Dicha estimación inicial realizada hace casi dos décadas, contrasta notablemente con el rango de valores descrito en la bibliografía actual. Dicho intervalo fluctúa entre un 21% (11) a un 60,9% (12) para muestras clínicas, y del 5,2% (13) al 51,5% (14) cuando analizamos muestras poblacionales. Esta variabilidad tan destacable puede estar relacionada con numerosos factores, siendo uno de los más relevantes las diferencias en los criterios diagnósticos aplicados: criterios DCL-P (5) frente a los nuevos criterios DCL-DSM-5 (7). Varios autores, en virtud de las elevadas tasas de conversión de DCL a demencia (15), consideran al DCL como un «estadio transicional entre el deterioro cognitivo asociado al envejecimiento y la demencia, especialmente la EA». A pesar de ello, algunos estudios poblacionales han demostrado que un porcentaje importante de individuos diagnosticados de DCL no progresan a demencia. Diversos estudios poblacionales han documentado mayores tasas de mortalidad en individuos con DCL, particularmente en ancianos (16-19). No obstante, conviene reseñar que en varios de ellos no se han aplicado mediciones estandarizadas para valorar el grado de DCL (16-18). Hasta el momento actual, no se ha realizado ningún estudio en que se calcule el riesgo de mortalidad poblacional atribuible al DCL; lo que conlleva la inexistencia de un dato notablemente relevante, máxime teniendo en cuenta que éste puede ser un riesgo potencialmente prevenible. Por todo lo referido anteriormente, y debido a la considerable heterogeneidad del constructo DCL, éste necesita ser redefinido, encaminándose hacia su homogeneización y caracterización para incrementar su capacidad predictiva de conversión a demencia, como sugiere la importante iniciativa del proyecto COSMIC (20). BIBLIOGRAFÍA: 1- Gaser C, Franke K, Kl€oppel S et al. BrainAGE in mild cognitive impaired patients: predicting the conversion to Alzheimer’s disease. PLoS One 2013 Jun 27;8(6). 2- Nickl-Jockschat T, Kleiman A, Schulz JB et al. Neuroanatomic changes and their association with cognitive decline in mild cognitive impairment: a meta-analysis. Brain Struct Funct 2012; 217:115–125. 3- Hayat SA, Luben R, Moore S, Dalzell N, Bhaniani A, Anuj S, Matthews FE, Wareham N, Khaw K, Brayne C. Cognitive function in a general population of men and women: a cross sectional study in the European Investigation of Cancer-Norfolk cohort (EPIC-Norfolk). BMC Geriatr. 2014 Dec 19;14(1):142. 4- Matthews FE, Stephan BC, McKeith IG, Bond J, Brayne C; Medical Research Council Cognitive Function and Ageing Study. Two-year progression from mild cognitive impairment to dementia: to what extent do different definitions agree? J Am Geriatr Soc. 2008 Aug;56(8):1424-33. 5- Petersen RC, Smith GE, Waring SC, Ivnik RJ, Tangalos EG, Kokmen E. 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Aust N Z J Psychiatry 2013 Jan;47(1):10-11.