Aneurisma micótico de la arteria hepática, una complicación infrecuente de la endocarditis aórtica

  1. Jaime López Sánchez 1
  2. José E. Quiñones Sampedro 1
  3. Luis Muñoz Bellvis 1
  1. 1 Hospital Universitario de Salamanca. Salamanca
Revista:
Revista Española de Enfermedades Digestivas

ISSN: 2340-416 1130-0108

Año de publicación: 2021

Volumen: 113

Número: 1

Páginas: 65-66

Tipo: Artículo

DOI: 10.17235/REED.2020.7093/2020 DIALNET GOOGLE SCHOLAR

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Resumen

Se presenta el caso de un varón de 58 años de edad con antecedentes de reemplazo valvular aórtico por insuficiencia aórtica aguda debida a endocarditis aórtica infecciosa. Durante el postoperatorio presenta síndrome febril mantenido a pesar de antibioterapia de amplio espectro. El TC de control mostró una dilatación aneurismática de 45 mm de diámetro en la arteria hepática derecha. El hallazgo de una lesión aneurismática de rápida evolución y sin evidencia en estudios previos, fue sugerente de aneurisma micótico secundario a endocarditis infecciosa. Se realizó una angiografía selectiva del tronco celíaco para confirmar el diagnóstico, y se realizó un abordaje endovascular mediante la embolización con coils Se completó el tratamiento antibiótico durante 6 semanas. El paciente presentó mejoría clínica y fue dado de alta. Actualmente se encuentra asintomático. Discusión Los aneurismas micóticos de la arteria hepática (AMAH) son extremadamente raros (menos del 0,1 %), siendo generalmente extrahepáticos (1). La mayoría presentan síntomas inespecíficos, necesitándose una alta sospecha diagnóstica. La arteriografía es una prueba diagnóstico-terapéutica y actualmente se considera “gold standard” (2). El alto riesgo de ruptura del AMAH, incluso en pacientes sin clínica sospechosa ni endocarditis previa (3), obliga al diagnóstico y tratamiento precoz. Se han descrito abordajes quirúrgicos y endovasculares, siendo este último el idóneo en aneurismas intraparenquimatosos o en pacientes de alto riesgo quirúrgico (1,3). En nuestro caso, la persistencia de fiebre postoperatoria hizo necesaria una prueba radiológica. El tratamiento endovascular se decidió de manera multidisciplinar dadas las características de la lesió