Culturalismo en la poesía española contemporáneatradición clásica y posmodernidad

  1. Álvarez Ramos, Eva María
Zuzendaria:
  1. Carmen Morán Rodríguez Zuzendaria

Defentsa unibertsitatea: Universidad de Valladolid

Fecha de defensa: 2016(e)ko urtarrila-(a)k 26

Epaimahaia:
  1. Francisco Javier Blasco Pascual Presidentea
  2. Teresa Gómez Trueba Idazkaria
  3. Almudena del Olmo Iturriarte Kidea
  4. Emilio de Miguel Martínez Kidea
  5. Francisco José Díaz de Castro Kidea

Mota: Tesia

Laburpena

La presencia de la tradición clásica es un hilo que recorre toda la poesía del siglo XX y los años que han transcurrido en el XXI; particularmente en el período estudiado, los años que comprenden las décadas entre los cincuenta y los ochenta, la postura ante los mitos y los autores de la Antigüedad reflejan y definen los posicionamientos estéticos e ideológicos de los poetas. La permanencia de la tradición clásica se ha interpretado como una manifestación más dentro del culturalismo, pero a nuestro juicio su importancia es incomparable a la de otras manifestaciones culturalistas, de ahí que sea necesario, por su singularidad y por la cantidad de manifestaciones que se observan, prestarle atención en sí misma, aunque a veces se integre con otras referencias. Es precisamente esa vivificación de la Antigüedad y el uso que de ella se hace lo que nos lleva a otro de los asuntos tratados en este trabajo: la posmodernidad, que más que un período histórico delimitado en el tiempo, se presenta como una orientación de pensamiento compartida por poetas dispares de generaciones diversas. El diálogo con la tradición es uno de los puntales claves sobre los que se sustenta la posmodernidad. Innovar no significa apartarse de lo tradicional, adquiere otro valor, no de ruptura sino de realización: mediante la innovación se alcanzan la esencia del mito y las fuentes clásicas, se indaga y profundiza. Los axiomas sobre los que se asienta la ideología posmoderna abren la puerta de par en par al uso de los artificios culturalistas, puesto que la utilización de los clásicos se configura como una tierra no baldía: todo lo contrario, una tierra que se encuentra en su mayor grado de fertilidad y que permite la característica pluralidad posmoderna.