La ciudad periférica paisajes urbanos de marginalidad en el cine español de la transiciónla ciudad periférica paisajes urbanos de marginalidad en el cine español de la transición

  1. Juan Carlos Alfeo Álvarez 1
  2. Beatriz González de Garay Domínguez 1
  1. 1 Universidad Complutense de Madrid
    info

    Universidad Complutense de Madrid

    Madrid, España

    ROR 02p0gd045

Libro:
II Congreso Internacional Ciudades Creativas: actas
  1. Francisco García García (coord.)
  2. Rogerio García Fernández (coord.)

Editorial: Icono 14 Asociación Científica

ISBN: 9788493907761

Año de publicación: 2011

Título del volumen: TOMO II

Tomo: 2

Volumen: 2

Páginas: 777-797

Congreso: Congreso Internacional Ciudades Creativas (2. 2011. Madrid)

Tipo: Aportación congreso

Resumen

En el cine español de la Transición el espacio se presenta a menudo como un actante más, dotado de unagran carga simbólica, capaz por sí mismo de llenar de significado una secuencia o de caracterizar a un personaje.Espacios descarnados, páramos urbanos, no-lugares transitados por personajes sin futuro, la ciudad se despliega como un mapa de carencias y se convierte en testigo mudo de dramas íntimos. La periferia urbana se convierte en el territorio donde la jurisdicción de lo hegemónico se rompe bajo el peso de lo marginal. El extrarradio urbano es la metáfora espacial de otros extrarradios, de otras periferias que dan carta de naturaleza a los personajes que los habitan. El objeto de este trabajo es precisamente analizar estos significados en relación con estos espacios que marcaron la estética del cine de los años 70 y 80 y a cuya profunda transformación hemos venido asistiendo. Barrios periféricos de las grandes urbes como Madrid, Bilbao o Barcelona, que crecieron con prisa y sin otro criterio que dar cobijo al retorno de la emigración delos 60 y al éxodo rural y que constituían una de sus principales señas de identidad. Convertidos hoy en cómodas zonas residenciales, el cine español de autores como Eloy de la Iglesia, Jaime Chávarri, Pedro Olea o Pedro Almodóvar, guarda la memoria de su origen y de su antaño hostil naturaleza.