Factores facilitadores y de vulnerabilidad de los procesos de inclusión de estudiantes con Trastornos del Espectro del Autismo en contextos universitarios chilenos

  1. Krause Arriagada, Arlett Verona
Dirigida por:
  1. Emiliano Díez Villoria Director
  2. Ricardo Canal Bedia Codirector

Universidad de defensa: Universidad de Salamanca

Fecha de defensa: 05 de septiembre de 2022

Tribunal:
  1. Cecilia Simón Rueda Presidente/a
  2. Dominika Zofia Wojcik Secretaria
  3. Sergio Sánchez Fuentes Vocal
Departamento:
  1. PSICOLOGÍA BÁSICA, PSICOBIOLOGÍA Y METODOLOGÍA DE LAS CIENCIAS DEL COMPORTAMIENTO

Tipo: Tesis

Teseo: 745916 DIALNET lock_openTESEO editor

Resumen

Las personas con trastornos del espectro del autismo (en adelante TEA), tienen restricciones significativas en la participación e inclusión en la sociedad. La prevalencia de TEA en población regular es del 1 a 1, 5%, lo que significa que 1 de cada 59 personas puede presentar esta condición. En sus expresiones leves o de mayor funcionalidad, se encuentran las personas que tienen una inteligencia en los parámetros de normalidad y un desarrollo del lenguaje conservado, que les permite insertarse en los entornos educativos y progresar en ellos, alcanzando niveles de escolarización terciarios en las universidades. La evidencia internacional recopilada muestra cómo los estudiantes universitarios en el espectro del autismo, constituyen un grupo particularmente vulnerable, porque presentan compromiso de su salud mental, desertan en mayor proporción que sus pares con y sin discapacidad, y transitan la vida universitaria con un deterioro importante de su calidad de vida. Por lo que, no sólo requieren de un acompañamiento psicosocial y educativo de calidad, sino también de una comunidad universitaria formada para aportar a la inclusión de todos ellos. Por su parte, Chile carece de estudios epidemiológicos de autismo y de instrumentos de detección que permitan realizar tamizajes en la población regular, particularmente en adolescentes y adultos emergentes; y en las universidades se desconoce la proporción de estudiantes con TEA; por lo que existe la necesidad de indagar en sus características específicas y en las necesidades de apoyo, que pueden requerir, para que su tránsito por la educación superior sea exitoso y vivenciado positivamente. Por estas razones, el primer estudio empírico de esta tesis consistió en caracterizar a los estudiantes con discapacidad que postulan a las universidades chilenas, vía Prueba de Transición Universitaria, de las cohortes, 2018, 2019, 2020 y 2021; los ajustes que se realizaron para garantizar la accesibilidad de estas pruebas, buscando identificar a los estudiantes que declaran TEA. Los principales resultados muestran que, con la implementación de los ajustes, la participación de los estudiantes aumentó muy significativamente; sin embargo, los resultados que obtienen son significativamente más bajos, al compararlos con los estudiantes sin discapacidad, por lo que ingresan en menor proporción a las universidades. Respecto de los estudiantes con TEA, se observa que su participación aumenta y que un 23% obtienen resultados que les permiten ingresar a las universidades. El segundo estudio empírico realizado, tuvo por objetivo caracterizar los perfiles sugerentes de TEA, en universitarios chilenos y la presencia de sintomatología afectiva negativa. Este estudio implicó a la adaptación idiomática del Cuestionario Autism-Spectrum Quotient (AQ) versión española adaptado de Baron-Cohen et al. (2001) por Lugo-Marín et al. (2019), y la aplicación de las Escalas DASS 21 que indagan Trastornos Ansiosos, Depresivos y Stress, de Lovibond y Lovibond (1995) en su versión adaptada de Román et al. (2014). Los principales resultados de este estudio permiten identificar entre 1282 universitarios, cuyas edades fluctuaron entre 18 y 30 años, a un 3% que declararon tener un diagnóstico previo de TEA y un 15.7% que tiene un familiar con este trastorno. Respecto a los resultados del AQ, un 6% obtuvo un puntaje por sobre el punto de corte, constituyendo un perfil sugerente de TEA, lo que permitió agruparlos en 4 cuatro categorías: un 1,6 % reportan un diagnóstico previo de TEA y han sido identificados con el Cuestionario AQ por sobre el punto de corte ( G1); un 1,5 % reportan un diagnóstico previo de TEA y han sido identificados con el Cuestionario AQ bajo el punto de corte (G2); un 4,4% no reporta diagnóstico previo, pero presentan resultados en AQ sobre el punto de corte (G3), y un 92,5 % no presentan diagnóstico previo y un AQ bajo el punto de corte (G4). Se encontró una mayor vinculación de sintomatología afectiva negativa en la muestra (G1, G2, G3) con perfiles sugerentes de TEA, en donde el G3 presenta los indicadores más altos tanto en depresión (12.0%), stress (10.79%) como ansiedad (9,47%); y diferencias entre los indicadores del espectro autista entre los estudiantes con y sin perfiles sugerentes de TEA. El tercer estudio empírico realizado, de corte cualitativo, tuvo por objetivo explorar los factores obstaculizadores y facilitadores del contexto universitario para su inclusión, desde la mirada de los propios estudiantes con perfiles sugerentes de Trastorno del Espectro del Autismo y los equipos profesionales de los programas de las universidades. Para ello se entrevistó a 12 estudiantes de 3 de los 4 grupos identificados en el estudio previo (G1, G2 y G3) y a 12 profesionales de los equipos de los programas. Los principales resultados muestran que tanto los estudiantes, como los profesionales, identifican más barreras que facilitadores en los entornos universitarios, apareciendo como relevantes las asociadas a dificultades en la socialización y comunicación; en la organización y planificación de la docencia; la falta de políticas, protocolos y reglamentos al interior de las instituciones; y en las actitudes de los docentes. Como implicaciones futuras, se podrán diseñar programas universitarios de acompañamiento pertinentes, basados en evidencia científica, y se contribuirá a la trasformación de las políticas, prácticas y cultura de las comunidades universitarias, necesarias para favorecer la inclusión de todos sus integrantes, con calidad, equidad y perspectiva de Derechos; lo que configura un aporte muy significativo, relevante y necesario tanto para las propias personas con TEA y su calidad de vida, como para la sociedad y el país, que requiere avanzar en aceptación de la diversidad e inclusión de todas las personas.