Alteración del olfato y/o gusto durante la pandemia covid-19el impacto del sars-cov-2 sobre el sentido del olfato

  1. IZQUIERDO DOMINGUEZ, ADRIANA ELIZABE
Dirigida por:
  1. Isam Alobid Director/a

Universidad de defensa: Universitat de Barcelona

Fecha de defensa: 14 de septiembre de 2021

Tribunal:
  1. Ignacio Jesús Dávila González Presidente
  2. Antonio Luis Valero Santiago Secretario/a
  3. Alfonso García Piñero Vocal

Tipo: Tesis

Teseo: 767674 DIALNET

Resumen

Resumen de la tesis Titulo: Alteración del olfato y/o gusto durante la pandemia COVID-19: el impacto del SARS-CoV-2 sobre el sentido del olfato. Introducción: Desde los informes anecdóticos iniciales de China sobre la enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19), existe un número creciente de estudios que describen la disfunción del olfato (DO) y/o del gusto (DG) como síntoma prevalente de esta infección. Hipótesis: Los pacientes con COVID-19 manifiestan una alteración parcial o total del sentido del olfato/gusto, mayoritariamente de presentación transitoria, potencialmente asociada o no a otros síntomas de la enfermedad. Objetivos: El objetivo fue investigar la frecuencia y la gravedad de la disfunción del olfato-gusto (DOG) en pacientes con COVID-19 y evaluar su asociación con características demográficas, ingreso hospitalario, síntomas, comorbilidades y biomarcadores sanguíneos. Metodología: Estudio transversal multicéntrico en pacientes con SARS-CoV-2 positivo (en RT-PCR) y pacientes controles negativos (con doble RT-PCR negativa para SARS-CoV-2) de 15 hospitales españoles. Los datos de la DOG fueron recopilados de manera prospectiva con una encuesta realizada en persona (médico-paciente). La gravedad de la DOG se clasificó por escala visual analógica. Se analizaron el tiempo de aparición de la DOG, la tasa de recuperación, el tiempo de recuperación, la necesidad de ingreso hospitalario, el diagnóstico de neumonía, las comorbilidades asociadas, el tabaquismo y otros síntomas de la COVID-19. Resultados: Se incluyeron en la primera fase del estudio un total de 989 pacientes, casos COVID-19 positivos hospitalizados (n=649), COVID-19 positivos ambulatorios (n=197) y, los controles COVID-19 negativos (n=143), mostrando los siguientes resultados: - La DOG fue al menos 2 veces más común en todos (ambulatorios y hospitalizados) los pacientes COVID-19 en comparación con los controles sin COVID-19. - Los pacientes hospitalizados con COVID-19 eran mayores, presentaban una menor frecuencia de DOG y se recuperaron antes que los pacientes COVID-19 ambulatorios. - El análisis estratificado por gravedad de la DOG mostró que más de la mitad de los sujetos con COVID-19 presentaron pérdida grave del olfato (53.7%) o del gusto (52.2%) y, en > 90% este deterioro fue de ambos sentidos (gusto y olfato). - En el análisis multivariante, una edad mayor (> 60 años), el ser hospitalizado y un mayor nivel de proteína C reactiva fueron factores asociados con un mejor sentido del olfato y/o gusto. - Los pacientes positivos para SARS-CoV-2 informaron una mejoría del olfato (45,6%) y del gusto (46,1%) en el momento de la encuesta. 90,6% habían mejorado en menos de dos semanas después de la infección. En la segunda fase se realizó un sub-análisis de los datos comparando los datos de los pacientes COVID-19 ambulatorios (n=) y, los controles COVID-19 negativos (n=107) también ambulatorios, con los siguientes resultados: - Los pacientes COVID-19 son más jóvenes, similar genero, y la DOG fue seis veces más frecuente que en los controles. - La prevalencia de DO en los COVID-19 positivo fue de 70,1% y de DG de 65%. - Uno de cada siete pacientes presentó DO (15,2%) o DG (15,6%) como primer síntoma de la COVID-19. - Las mujeres tenían una DOG más frecuente y más grave. - Entre los pacientes COVID-19 con DOG, 1 de cada 2 tuvo una pérdida grave y una recuperación mas tardía que las DOG leves. - Finalmente, los pacientes con pérdida grave del olfato eran más jóvenes que aquellos con pérdida leve. Conclusiones: la disfunción del olfato y/o gusto es un síntoma común en la COVID-19, y principalmente afecta a pacientes jóvenes y no hospitalizados. A mayor gravedad de la perdida de olfato, menor necesidad de ingreso hospitalario. Se necesitan más estudios para evaluar el seguimiento a largo plazo de la discapacidad quimio-sensorial.