Identificación, policía y documentos de identidad y viaje

Resumen

La necesidad de identificar a la totalidad de la población española surge durante el Antiguo Régimen, pero no fue posible hasta que los criterios sobre identificación personal fueron establecidos. Una vez establecidos los criterios para la identificación generalizada de la población fue necesario adjudicar la tarea a una institución de nuevo cuño, dependiente del Gobierno y ajena a los poderes establecidos que ejercían el control sobre la población (Iglesia y Ejército fundamentalmente). Esta institución no fue otra que la Policía. Surgida de manera balbuceante a finales del siglo XVIII (1782), no fue hasta la Real Cédula de 13 de enero de 1824 cuando aparece establecida como una institución civil dependiente del Gobierno pero independiente de los restantes poderes. La Real Cédula establecía una institución desplegada por todo el territorio nacional, con obediencia a la autoridad civil, con labores tasadas de seguridad, investigación y administrativas. Costó todo el siglo XIX afianzar la institución, hasta que en el primer tercio del siglo XX quedó consolidada. Pese a todos los avatares sufridos durante el XIX, las competencias policiales para documentar a españoles y no españoles recogidas en la Real Cédula permanecieron en manos de la institución, con el poder político interviniendo unas veces más que otras. Estos casi dos siglos de gestión de documentos de identidad y viaje por parte de la Policía, tanto para españoles como para extranjero sy personas desprovistas de nacionalidad, han sido el hilo conductor de esta tesis doctoral.