El proceso de institucionalización de la música española en el siglo XIX
- Burló Giner, Francisco Buenaventura
- Jorge Novella Suárez Director/a
- Antonio Notario Ruiz Director
Universidad de defensa: Universidad de Murcia
Fecha de defensa: 09 de febrero de 2024
Tipo: Tesis
Resumen
La música estuvo bien considerada y valorada desde la Edad Media y lo que tenía que haber sido una consolidación constante: en el siglo XIII, con Alfonso X el Sabio, en la Universidad de Salamanca, se estudiaba tanto desde un punto de vista teórico como práctico. A finales del XV, la Universidad de Alcalá incluyó la música en sus planes de estudio. En el XVI gozaba de gran prestigio. En el siglo XVIII la Iglesia adquirió mucho dominio con los músicos y la enseñanza, pero con la Desamortización, pierde ese poder y la música empieza a alejarse vertiginosamente de las universidades. Los estudios musicales estaban muy poco valorados. La presente Tesis doctoral trata de investigar el comienzo del resurgir o revalorización de los estudios musicales: “El proceso de institucionalización de la música española en el siglo XIX”, y todo lo que rodea a este largo recorrido, influido, por una parte, por las circunstancias personales que atraviesa el artista músico español, que hacen que la institucionalización venga exenta de la Universidad; los títulos oficiales los impartirá el Real Conservatorio Superior de Música de Madrid, es de destacar, pues, el hecho de la importancia de la institucionalización en conservatorios, en España, puesto que se pone en marcha la ponderación de los estudios musicales, incorporando asignaturas como Musicología y Etnomusicología, con un interés científico; por otra parte, determinadas características que hermanan a todos los países europeos, como son: la incorporación de la “naturaleza” en el arte; la consolidación de la “libertad”; el Naturalismo literario y musical; el Impresionismo pictórico y musical; el Nacionalismo musical; el “asociacionismo”, que, de pronto, parece que va en contradicción con el concepto de libertad, puesto que implica seguir ciertas normas... todos estos hechos, van teniendo sus réplicas o ecos en España, destacando el citado primer Conservatorio en Madrid, (1830), por la reina María Cristina, de ahí el nombre de “Real”; la construcción del Teatro Real (1850); la inclusión de los estudios de música en Bellas Artes (1873); el asociacionismo en España dio muy buenos resultados, puesto que desembocó en la institucionalización de la música no sólo a nivel de estudios oficiales en conservatorios, sino también a otros niveles, desde teatros especializados, formaciones con músicos no profesionales, coros, bandas de música..., y hasta los propios músicos, que se sentían menospreciados y minusvalorados por los empresarios y llegaron a formalizar una asociación con la creación de la Sociedad General de Autores, gracias al impulso de Ruperto Chapí, que estuvo comprometido con todas las agrupaciones y asociaciones de finales del siglo XIX, hasta que propuso a la Sociedad de Autores, Compositores y Editores de Música que se encargara del cobro de los derechos de representación en las obras (1896). Tres años más tarde, gracias a Sinesio Delgado y a Ruperto Chapí, se dio un impulso, firmando el 16 de junio de 1899, ante notario, la constitución legal de la Sociedad de Autores de España. El público es una figura muy interesante en el siglo XIX, puesto que nos lleva a una de las conclusiones importantes de esta tesis y es que la pretendida “libertad”, del artista en general y del compositor, en particular, en realidad no existe, muchos creadores se ven en la obligación de componer lo que demanda el espectador. Es de destacar, por otra parte, que España se puso de moda y casi todos los compositores del resto de Europa buscaban inspiración en temas españoles, como el “alhambrismo”. Es una investigación muy emotiva, creciendo en interés, progresivamente, por los resultados obtenidos, pues el siglo XIX fue decisivo en España para la institucionalización de la música y de los músicos.