Arde Centroaméricaestudio comparado de la respuesta institucional a la violencia y la inseguridad desde las experiencias de Honduras, Nicaragua y Costa Rica

  1. Lozano Cobos, Javier
Dirigida por:
  1. Pablo Biderbost Moyano Director

Universidad de defensa: Universidad Pontificia Comillas

Fecha de defensa: 12 de abril de 2024

Tribunal:
  1. Nadia Rodríguez Ortega Presidente/a
  2. Iván Luis Alonso Peláez Secretario/a
  3. Shirley Diana Franco Mancuello Vocal
  4. Mª da Luz Ramos Vocal
  5. Guillermo Boscán Carrasquero Vocal

Tipo: Tesis

Resumen

Centroamérica una región en paz, al menos de manera formal, por ausencia de conflictos interestatales y por el fin de los movimientos revolucionarios y contrainsurgentes que asolaron la mayor parte de la región en los años 80 del pasado siglo con la excepción de Costa Rica. Pero dicha afirmación no puede llevar a engaño, ya que es una de las regiones más peligrosas del mundo por sus altos índices de criminalidad e impunidad. Se constata la ausencia de pilares básicos para la construcción de un Estado democrático y de Derecho y su corolario en un Estado del Bienestar, junto con altos niveles de impunidad y de incumplimiento de la ley con carácter general a las que se agregan las altas tasas de pobreza y de desigualdad ofensiva y endémica que se perpetúa gracias a la corrupción. Hay una evidente degradación de la calidad de la vida en casi todos los aspectos cotidianos de la vida en la región, una progresiva disfuncionalidad de las estructuras de Estado, y ausencia de políticas sociales y de bienestar que corrijan las tremendas brechas que separan a las altas esferas políticas y económicas de amplísimas capas de la sociedad civil, lo que conlleva una falta de legitimación democrática. El objetivo de esta tesis es estudiar el fenómeno de la Inseguridad como fenómeno multifacético e incardinado en el contexto histórico que la violencia ha tenido en la región centroamericana, siendo el tráfico de estupefacientes un catalizador en el aumento de los niveles de inseguridad. Es un proceso que se retroalimenta y que ha devenido en violencia estructural y de la que ninguna sociedad esta a salvo. La política de guerra frontal a los cárteles de la droga y de militarización de un conflicto inspirada por EEUU y cuyos máximos exponentes son Colombia y México se ha implementado en Centroamérica, produciendo violencia y constantes violaciones de derechos humanos que no han logrado ninguno de sus objetivos: ni la rebaja del poder criminal de los cárteles de la droga ni el freno de la economía ilegal de los estupefacientes. Por sí solas ninguna de las pequeñas y débiles naciones centroamericanas va a poder contener el fenómeno mediante el uso de la fuerza militar o policial con lo que urge el cambio de paradigma de enfoque y solución al problema. El narcotráfico y el crimen organizado arraigan en Estados débiles. A mayor solidez estatal, menores posibilidades de implantación criminal. Altos grados de debilidad institucional y estatal que no garantizan ni la seguridad ciudadana ni el bienestar social. Los vacíos de poder dejados por los Estados generan el contexto ideal para que proliferen actores informales y violentos. La debilidad y corrupción estatal tienen como fruto la impunidad y la pérdida del monopolio de la fuerza física por los Estados, que no sólo no incumplen el deber de proteger a la sociedad protegen, sino que incluso se convierten en parte agresora. La reforma del Estado en clave de regeneración democrática e institucional es un paso fundamental para conseguir reducir los niveles de inseguridad. El primer paso que hay que dar en esta lucha contra la violencia y la inseguridad es el del buen gobierno y la cultura de legalidad; un buen gobierno es ante todo no corrupto. La investigación llevada a cabo evidencia que la sola implementación de políticas punitivas no puede ser el único camino para el combate a los grupos criminales, sino que la supremacía del imperio de la ley, el fortalecimiento del Estado y las políticas públicas, así como la reducción de la impunidad y la corrupción son la vía para conseguir resultados positivos y duraderos en materia de Inseguridad.