Funcionamiento ejecutivo y calidad de vida en pacientes con meningioma o glioma de la fosa craneal anterior

Resumen

La relación entre las neoplasias cerebrales y las funciones ejecutivas representa un foco de atención crucial en el ámbito neurooncológico y neuropsicológico. Específicamente, los meningiomas y gliomas, dos de los tipos más prevalentes de tumores cerebrales, han demostrado ejercer un impacto significativo en diversas áreas de la vida del paciente, particularmente en las funciones ejecutivas y en la calidad de vida, constituyendo una problemática que integra aspectos físicos, cognitivos y emocionales. El presente estudio se centró en analizar las funciones ejecutivas y la calidad de vida en pacientes diagnosticados con meningioma o glioma de la fosa craneal anterior. Se les comparó tanto entre ellos como con sujetos sin alteraciones neurocognitivas, teniendo en cuenta, además, variables tumorales tales como la región anatómica, la lateralidad, la extensión y el volumen de los tumores. Se utilizó un diseño observacional longitudinal. Se estudiaron 166 participantes, 43 con meningiomas, 40 gliomas de la fosa craneal anterior y 83 sujetos sin alteraciones neurocognitivas. Tras cumplir los criterios de inclusión pertinentes, se les aplicó un conjunto de pruebas de evaluación de las funciones ejecutivas y de la calidad de vida. Esta valoración se realizó en distintos momentos temporales: en la etapa pre-quirúrgica (qx), al mes, a los tres y seis meses post-qx. Los resultados indican que los pacientes con meningioma y glioma presentan peores rendimientos en los diferentes componentes ejecutivos evaluados y una disminución en la calidad de vida, en comparación con el grupo de sujetos sin alteraciones neurocognitivas, manteniéndose esta tendencia a lo largo de toda la investigación. Adicionalmente, los pacientes con meningioma presentan rendimientos superiores en determinadas pruebas que evalúan planificación, flexibilidad cognitiva, control atencional, capacidad de inhibición, razonamiento y abstracción, así como una mejor calidad de vida en comparación con los pacientes con glioma durante el desarrollo del estudio. A partir del primer mes tras la resección, se observan mejorías en ambas neoplasias en los rendimientos ejecutivos generales, en la capacidad de inhibición y en la calidad de vida, manteniéndose en el tercer y sexto mes post-qx. Además, a lo largo del estudio, se identifica una correlación entre el rendimiento ejecutivo en cada uno de los diferentes componentes y la calidad de vida con variables como la región anatómica, lateralidad, extensión y volumen tumoral, a excepción de los rendimientos ejecutivos generales, que no muestran relación con la región del tumor. En el factor volumen, a partir del tercer y sexto mes, se produce una mejora en ciertas tareas que evalúan los rendimientos ejecutivos generales, la planificación, la flexibilidad cognitiva, el control atencional, la capacidad de inhibición, la fluencia verbal, el razonamiento y abstracción y la calidad de vida de estos pacientes. Una de las principales conclusiones derivadas del estudio señala la existencia de un deterioro en las funciones ejecutivas, en sus diversos componentes y en la calidad de vida de los pacientes con meningioma y glioma de la fosa craneal anterior en comparación con sujetos sin alteraciones neurocognitivas. Además, se destaca que variables tumorales, como la región, lateralidad, extensión y volumen, afectan negativamente al funcionamiento ejecutivo y a la calidad de vida de estos pacientes. La investigación, por lo tanto, resalta la importancia de adaptar estrategias de rehabilitación neuropsicológica que consideren tanto el tipo de tumor como sus características específicas, para ofrecer un cuidado más individualizado y efectivo a los pacientes.