Creatividad y emociónla intuición y las emociones positivas en el proceso creativo artístico

  1. Sánchez-Aranegui, Mónica Desirée
Dirigida per:
  1. Jaime Munárriz Ortiz Director/a
  2. María Acaso López Bosch Director/a
  3. Lidia Benavides Director/a

Universitat de defensa: Universidad Complutense de Madrid

Fecha de defensa: 01 de de juliol de 2015

Tribunal:
  1. Noemí Avila Valdés President/a
  2. Carmen Hidalgo de Cisneros Wilckens Secretari/ària
  3. Roberto Marcelo Falcon Vignoli Vocal
  4. Pilar Pérez Camarero Vocal
  5. Francisco Javier Panera Cuevas Vocal

Tipus: Tesi

Resum

Esta tesis analiza la relación que existe entre la creatividad y la emoción desde un punto de vista interdisciplinar, estableciendo un puente entre la psicología, la neurociencia y el arte en cuanto al estudio del proceso creativo artístico. Por medio del autoconocimiento y el desarrollo de capacidades como la intuición o la empatía a través de métodos de entrenamiento de la mente como la meditación, conseguimos herramientas que favorecen la creatividad, ayudando en el proceso de autoconocimiento y de comunicación interior y exterior que conlleva el arte. Se define el concepto de creatividad como un proceso consciente, inconsciente e intuitivo por el cual a partir de la combinación de unos elementos se genera algo nuevo que es diferente a los elementos que la constituyen y cuyo resultado es original y valioso en algún ámbito de la vida. El proceso creativo transcurre durante unas fases conscientes e inconscientes que no son fijas, se superponen y están interconectadas. Aunque aún no es concluyente si existe o no una personalidad creadora, por medio del análisis de los estilos cognitivos, referidos a cómo procesamos y elaboramos la información, cómo percibimos, la actitud, etc., junto a las investigaciones de varios autores y el estudio de cuatro artistas a través de su obra y de las entrevistas realizadas, vemos cómo las experiencias y relaciones con los otros y con nosotros mismos condicionan la creatividad. Se puede ejercitar la capacidad creadora. Aprender a mirar correctamente y con consciencia hace que se vea el mundo de manera diferente. Se adquiere un pensamiento más analítico y reflexivo, pudiendo compartir el conocimiento aprendido entre áreas. Percibimos el mundo a través de nuestra experiencia, conocimientos, intuición, emoción, etc., que la completan para generar una imagen de lo que vemos y sentimos. La motivación juega un papel fundamental, mantiene la pasión por el trabajo que hace no rendirse, disfrutando de todo el proceso. Toda representación artística lleva consigo la participación de la emociones, sea cual sea la dirección que tomen, el arte muestra lo que sentimos y lo que queremos hacer sentir. Son parte fundamental también del proceso creativo. Hacen de filtro de la información influyendo en la percepción. No son fijas, se pueden modificar o crear nuevas conexiones neuronales para generar un perfil emocional más adaptativo y que repercuta positivamente en el proceso creativo. Una manera es hacer consciente lo inconsciente, haciendo presentes las emociones, analizándolas, viendo los sentimientos que producen y cómo actuamos, si ayudan a avanzar o nos bloquean. Se proponen cuatro modelos para fomentar y gestionar la creatividad y las emociones positivas. Una revisión de algunas propuestas desde distintos ámbitos, con un respaldo científico y aplicación en el mundo del arte, para proponer en última instancia un método propio que aglutina la información recopilada en esta investigación y se ha puesto en práctica en varias ocasiones con resultados favorables, un taller vivencial que aborda la creación de un proyecto, desde la idea hasta la posibilidad de llevarlo a cabo. El primero es una recopilación de otros modelos que hacen hincapié en la meditación y en otros métodos de autoconocimiento y conexión con el inconsciente. El segundo es el de J. Fried y D. Hansson. Trata de cómo llevar a cabo un proyecto desde el ámbito de la empresa, aportando información sobre cómo gestionar y materializar las ideas. El tercero es el modelo de Ferran Adrià, en el que se ve el proceso creativo que ha llevado a cabo para marcar un antes y un después en la historia de la gastronomía, innovando y creando nuevos métodos de creación. Acabamos con un autoanálisis del proceso creativo y un dossier con una selección de fotografías de diversos proyectos. Se justifica la realización de la tesis, explicado como una experiencia personal, analizando de qué manera ha influido todo este proceso en la propia evolución vital y artística.