La creación incidental para la publicidad española en los años 40zona transfronteriza entre la frontera real "nacional" y las fronteras imaginarias americanas

  1. Olarte Martínez, Matilde María
Libro:
Fronteras reales, fronteras imaginadas
  1. Bornay Llinares, José A. (coord.)
  2. Romero Naranjo, Francisco Javier (coord.)
  3. Ruiz Antón, Vicente J. (coord.)
  4. Vera Guarinos, Jenaro (coord.)

Editorial: Letra de Palo

ISBN: 978-84-15794-23-3

Año de publicación: 2015

Páginas: 193-209

Tipo: Capítulo de Libro

Resumen

La dictadura franquista que comienza al terminar la guerra civil, supone el cierre histórico de nuestras fronteras durante esos primeros años, lo que nos llevó a un aislamiento cultural que ha tenido diversas interpretaciones desde el punto de vista musicológico. Analizando la música de los jingles y canciones publicitarias que sirvieron para atraer a los consumidores desde la radio de los primeros años de la postguerra hasta los primeros comerciales televisivos del pleno desarrollismo de los años 60, vemos cómo la creación incidental para la publicidad abrió culturalmente las fronteras reales en las que nos encontrábamos hacia otras músicas que nos acercaban a unas fronteras imaginarias de las que nos separaban el aislamiento internacional de los años 40. Los comerciales para radio pudieron combinar composiciones que, aparentemente, miraban a nuestras fronteras interiores y reales, ya que muchos de ellos heredaban melodías del género chico y de los duetos populares (como la lejía La Clarita, las hojas de afeitar Iberia o los somieres Numancia), y otros tantos repetían los himnos militares que acallaban las voces de la censura (como en el anuncio de Cortefiel o de Orion); otros utilizaban otras canciones donde la melodía respondía a modelos internacionales que podían representar nuestras fronteras exteriores hacia Hispanoamérica, y por eso se movían a ritmos de corridos mexicanos boleros, polkas, merengues o salsas (como en los anuncios de Tintes Iberia, Cintas Kores o Flan Mandarín). La atracción de los números musicales en las películas de Hollywood de esos años se refleja en las canciones que prometen una vida más regalada a las compradores potenciales de algunos productos (como el limpiametales Netol), garantizando la evasión hacia esas fronteras inalcanzables para la mujer española de esos años. La llegada de la moda ye-yé se materializa en jingles que son, en sí mismos, una frontera entre lo tradicional y lo moderno, como cantaba Carmen Sevilla en el comercial de televisión Familia Philips: «Soy una flamenca ye-yé».